La campaña de lencería en la que tú podrías ser la modelo

La marca Figleaves presenta a las modelos con sus cuerpos reales para fomentar su inclusión en la industria

Son muchos los casos en los que alguna modelo o figura famosa en el mundo de la moda ha sacado a la luz cómo las revistas o las campañas de moda habían retocado sus cuerpos a través de photoshop. Vientres planos, estirados y fuertes, pocas caderas, piernas delgadas y firmes y ni un gramo o arruga de más: esos siguen siendo los ingredientes que tienen los cuerpos de mujeres protagonistas de la publicidad. Aún así algunas marcas quieren salirse de estos cánones y apostar por cuerpos más variados, este es el caso de Figleaves —una marca de ropa interior femenina— y su última campaña.

Curvas, estrías, celulitis, michelines y un abanico de cuerpos muy diferentes entre sí. Las imágenes de la campaña de Figleaves están sin retocar. La marca tiene como objetivo empoderar el cuerpo de las mujeres y que todos puedan tener un espacio dentro del mundo de la moda: “Damos la bienvenida a todas las mujeres. Para nosotros es importante que se sientan representadas visualmente cuando visitan nuestra web. Estamos comprometidos a ser verdaderamente inclusivos”, explicó para The Sun Jenni Burt, jefa del departamento creativo y publicitario de Figleaves

Entre las modelos que participan en la campaña se encuentra Khrystyana Kazakova, una reconocida defensora de los cuerpos de verdad que saltó a la fama gracias al reality Show America’s Next Top Model. La joven reveló en su cuenta personal de Instagram las dificultades que había tenido para acceder al mundo de la moda al principio, un obstáculo que la llevó a adelgazar muchísimo y a reducir sus curvas. Ahora, y después de trabajar por aceptar y querer su cuerpo tal como es, protagoniza esta colección de otoño/invierno.

Es importantísimo que las jóvenes y todas las mujeres se sientan representadas en la publicidad, sobre todo porque es un canal que tiene un contacto directo y constante con ellas y con el resto de la sociedad y que instala, de forma automática, unas medidas y unas formas que luego regirán los cánones de belleza. Cambiar estos cánones, saltarse las medidas, empoderar los cuerpos, aceptarse y quererse deben ser parte de los caminos a seguir y a preservar. Y el mundo de la moda, aunque a veces haya marcas que no siguen la corriente, tiene mucho que crecer en este aspecto.