Una adolescente luchando por hacer realidad sus sueños, practicar sus aficiones y hacer sus planes contra la voluntad de unos padres más conservadores, aunque con buena fe, que intentan evitarlo. Una huida repentina por la ventana para intentar burlar las restricciones sin que se enteren. Así empieza Capitana Marvel, la nueva serie de Disney Plus. ¿Os suena la historia? Seguramente sí, pero a lo mejor os parezca más innovador el hecho de que esta chica sea de origen musulmán, dibuje cómics de superhéroes y, probablemente, acabe desarrollando superpoderes.
La vida no está fácil para Kamala Khan: anda despistada en los últimos años de instituto y recibe avisos de sus profesores de que se tiene que centrar, le hacen bullying en los pasillos y también en el equipo de baloncesto y en casa sus padres intentan contener sus fantasías vinculadas al mundo de los superhéroes.
Tampoco mucho, no es que sus padres sean unos ogros, simplemente tienen unos códigos y valores que necesitan cierto control sobre lo que hace su hija. Para el hijo mayor, eso sí, hay mucha más manga ancha.
La cuestión es que Kamala prácticamente solo tiene dos vías de escape a una realidad que, sin ser horrible, no le acaba de sonreír: los cómics de superhéroes y su mejor amigo, con el que comparte esta misma pasión. Juntxs trazan el plan para poder asistir a la fiesta de los Vengadores con concurso de disfraces de Capitana Marvel, en el que Kamala piensa participar a pesar de que sus padres se lo han acabado prohibiendo.
El conflicto entre generaciones en que lxs jóvenes luchan contra unos padres que quieren conservar sus tradiciones y la diversidad es cada vez más común sobre todo en la ficción estadounidense y también aparece como telón de fondo en Red, la última y exitosa película de Pixar en la que una joven de origen asiático residente en Toronto conseguía superpoderes cuando tenía la regla. Sus padres intentaban al máximo ocultar la menstruación, algo que no hacía bien a la adolescente.
Como sucede en Red con una guionista de origen asiático, la autora de la historia, en este caso Bisha K. Ali, conoce de primera mano cómo es crecer en una familia pakistaní en Estados Unidos y cómo a veces cuesta posicionarse entre los valores que una familia no quiere perder y que se debaten entre el control y los cuidados y la, a veces engañosa, libertad de la sociedad capitalista. Bisha K. Ali, de 32 años, había trabajado con Marvel previamente como guionista de episodios de Loki, pero esta es su primera serie importante como creadora.