La ciencia demuestra que tener una red de amigxs aumenta la esperanza de vida

No gozar de relaciones cercanas es comparable a fumar 15 cigarrillos al día

Tener una red de amigxs y personas con las que formar una comunidad te salva la vida y te alarga. Aunque siempre hemos pensado en la amistad como algo más relativo a lo emocional, diversos estudios científicos han demostrado que tener una red sólida de amigxs puede aumentar significativamente tu esperanza de vida. En un mundo hiperconectado, pero a menudo solitario, priorizar las relaciones que importan puede llenarnos la vida de sentido.

Un estudio publicado en PLOS Medicine analizó datos de más de 300.000 personas y encontró algo sorprendente: las personas con conexiones sociales fuertes tienen un 50% de probabilidades de vivir más tiempo que aquellas con redes débiles. Esto coloca la falta de relaciones cercanas como un riesgo comparable a fumar 15 cigarrillos al día o ser obeso.

No se trata solo de tener amigxs por cantidad, sino de calidad. Investigaciones de la Harvard Medical School han revelado que las relaciones significativas reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejoran nuestra capacidad para afrontar enfermedades crónicas. En otras palabras, no es lo mismo tener cientos de seguidores en Instagram que un par de amigxs a quienes puedas llamar a las 3 de la mañana.

Los vínculos cercanos aumentan la producción de endorfinas, esas sustancias químicas que nos hacen sentir bien. Además, interactuar con amigxs estimula áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la toma de decisiones.

Fundamental para resistir

La filósofa Judith Butler, en “Vida precaria”, reflexiona sobre cómo nuestras relaciones no solo son biológicamente necesarias, sino éticamente fundamentales para resistir un mundo que a menudo deshumaniza. En un contexto global lleno de crisis, nuestras redes sociales (las reales, no las digitales) son también espacios de resistencia y cuidado colectivo.

Cuidar de nuestras amistades, por tanto, no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que desafía un sistema que nos prefiere aislados y vulnerables. En palabras de Butler, “la vulnerabilidad compartida es también la base de nuestra resistencia”.

Así que la próxima vez que tengas dudas sobre si cancelar ese café o no enviar ese mensaje, piensa en esto: mantener tus amistades no solo te hará más feliz, sino que también podría darte más años para disfrutar la vida. Porque, al final, la salud no está solo en lo que comes o cuánto corres, sino en quién está contigo para celebrarlo.