Hay muchísimas cosas que cuando somos pequeños gustan universalmente, como los tazos, los cromos o las piruletas. Aunque maduramos y dejamos la mayoría de estos gustos atrás, todavía hay algunos cuyo amor perdura en el tiempo y que, cuando los vemos, los ojos nos brillan como a la de Candy Candy. Aquí, una lista de 15 de estas cosas que convierten en niño al adulto más responsable.
1. Las galletas Dinosaurus
En cuanto nos las sacaban nuestros padres para desayunar, nos salía la vena Steven Spielberg y nos montábamos un parque jurásico de dinosaurios de cereal que se devoraban mutuamente. Aunque no haya un meteorito estos dinosaurios están condenados a la extinción, por culpa de nuestra gula, igual de fuerte con seis años que con 26.
2. El jarabe Dalsy
Cuando llevas más de un año en una relación quizá ya no te apetece tanto follar como antes y, ante la insistencia de tu pareja, sueltas la mítica mentira “me duele la cabeza”. Aunque no lo creas, no es la primera vez que la dijiste. O si no, recuerda cuando en tu infancia fingías que te dolía para que tus padres sacasen del botiquín este delicioso jarabe de naranja.
3. El Petit suïsse
Haciendo la compra, ¿quién no ha acabado añadiendo en su carrito unos Petit suïsse aún teniendo 25 años? Lo coges con disimulo, fingiendo que no son para ti, sino para ese hermano pequeño que nadie sabe que no existe.
4. Disney y sobre todo sus canciones
Sus películas nos acompañaron toda la infancia y siguen despertando pasiones. Solo hace falta ver la audiencia de nos acompañaron toda la infancia en su estreno. Había casi más millennials que menores de edad.
5. Un viaje a Disneyland París
A todos nos haría ilusión volver a ir, y quien dice que no, miente. Muchos seguimos guardando como un bien muy preciado el álbum de firmas que los pobres trabajadores embutidos en trajes sudorosos rellenaban sin mirar, como si fuera el libro de cuentas de Bárcenas.
6. Pokémon
Llegabas a Pueblo Paleta y delante de ti, la primera encrucijada de tu vida: esas tres Pokéball, con Squirtle, Charmander o Bulbasaur. Eso sí que era una decisión dura y no la de Sophie. Aunque lleves más de 10 años sin jugar, tu primer Pokémon siempre lo recordarás con cariño.
7. Petar burbujas de jabón
Es domingo y estás caminando por el paseo marítimo de tu ciudad. Hay un hombre haciendo burbujas de jabón y todos los niños se vuelven locos persiguiéndolas. Se te acerca una burbuja, sacas el dedo y la petas. Un placer irrefrenable. Mirándote desde abajo, un niño decepcionado que perseguía la burbuja y quería reventarla. “Jódete”, piensas. Tú también tienes derecho a jugar con ellas.
8. Chuches
Si hay algo que puede acabar con el nihilismo millennial es el azúcar. Salir de la universidad agotado, que tus pies te lleven inconscientemente a la tienda de chuches más cercana, comprar más de tu peso en gominolas y que el dependiente te pregunte si son para ti o si tiene que ir a llevártelas a la furgoneta que tienes aparcada en el callejón de atrás. Una buena chuche justifica cualquier factura del dentista.
9. Tirarse por un tobogán
Aunque tengas 25 años y midas más que el tobogán, como mínimo una vez al año cae una deslizada. Tardarás medio segundo en llegar al suelo y probablemente el tobogán ni resbale, pero habrá valido la pena.
10. Los columpios
Típico parque donde quedas con tus amigos para hacer botellón o para que te cuenten sus rayadas. Al final, acabáis hablando en el columpio, y mientras tus amigos están soltándote todo el drama, tú solo piensas en si podrás superar tu propio récord de altura.
11. Peluches peludos y mullidos
Quizá es el que conseguiste en la feria del barrio después de mil intentos con la escopeta o el que te regalaron tus padres para que te callases cuando estabas en la cuna, pero todos guardamos un peluche de pequeños que nos llena de recuerdos.
12. Bob Esponja
Te hubiera pillado de pequeño o no, esta serie pensada para el público infantil se puede disfrutar igual o más de mayor. Solo hace falta darse una pasada rápida por Twitter para darse cuenta: entre las frases de María de OT 2018 y las imágenes de Shutterstock, Bob Esponja es uno de los memes más populares.
13. Huevos Kinder
A partir de cierta edad las sorpresas suelen ser malas noticias. ¡Sorpresa! Se rompió la lavadora. ¡Sorpresa! Factura del agua. Quizá por eso nos sigue gustando el Huevo Kinder ahora todavía más que antes: delicioso chocolate que envuelve una sorpresa que siempre será buena.
14. Piscinas de bolas
Eran tan divertidas y antiestresantes que hasta se han creado chiquiparks de adultos, donde podrás bañarte en bolas con tus amigos.
15. La cabalgata de reyes
Aunque [alerta de spoiler] los Reyes no existan, la cabalgata sigue dando ilusión. Por su belleza, su escenografía y, no nos engañemos, los caramelos gratis, sigue siendo una actividad obligatoria cada 5 de enero.
Todos hemos sido niños y es una época que recordamos con mucho cariño. No había responsabilidades, solo diversión. Si eres de los que odian los niños y quieres ser un no-padre o no-madre, piénsatelo dos veces: con hijos puedes volver disfrutar de estas 15 cosas sin parecer un psicópata pervertido.