Todo lo que aprendiste de tus abuelas sin darte cuenta

No es solo compañía. Son valores. Son emociones. Son pasiones

El amor que sientes por tus abuelxs es inexplicable. Una cosa tan profunda y tan bonita que solo de intentar plasmarlo en palabras se te pone carita de emoción. Tantas horas bajo su cuidado. Tantos platos de comida casera inigualables. Tantos pequeños momentos grabados en lo más recóndito de tu corazón. Su compañía es maravillosa. Todavía hoy. Pero no es solo compañía lo que te aportan: un equipo de investigadoras de la Universidad de La Rioja han analizado el papel de lxs abuelxs en la vida de niños de entre 6 y 12 años del norte de España y en un artículo para The Conversation han resumido todo cuanto aprenden lxs nietos de dicha relación. Es mucho más de lo que imaginas.

Para empezar, explican las autoras, está la transmisión de valores. Su solidaridad, su esfuerzo por lxs demás, sus ganas de vivir y divertirse incluso en circunstancias físicas complicadas, son códigos morales de los que te contagiaste durante todos esos ratos en el parque, en la playa o en la casa de tus abuelxs jugando a lo que sea. De hecho, las entrevistas a esxs niñxs, algunos de solo seis, siete u ocho años, evidenciaron la percepción de lxs mismxs acerca de este asunto: “una mayoría de ellos, el 53,71%, valoraban los aprendizajes que sus abuelos transmitían durante el tiempo compartido”. No les hace falta crecer y madurar para comprenderlo. Es tan obvio que lo notan desde ya.

Aprendes a cuidar de los demás

Pero no es solo eso. Lxs niñxs no son tontos y perciben perfectamente la fragilidad de sus abuelxs en comparación con la de sus padres, lo que les predispone a una mayor obediencia, un mayor respeto y un mayor cuidado. Y esto es muy importante: les enseña desde bien pequeñitxs a preocuparse de verdad por otras personas. A contribuir a su felicidad. A ser generosxs emocionalmente. En palabras de estas expertas, “nuestros hallazgos coinciden con estudios que encuentran motivos y beneficios de corte afectivo o emocional como destacadas en la práctica de ocio compartida, bondades vinculadas al ocio autotélico y a la satisfacción que genera pasar más tiempo juntos”.

Además, el tipo de actividades que facilitan lxs abuelxs también marca una gran diferencia. “Tras la pandemia, lo que más se practica son las actividades en entornos naturales, con especial preferencia por los viajes y el cuidado de plantas, huertos o animales”. Los más mayores suelen estar más conectadxs a la naturaleza y a la vida. Más indiferentes a las pantallas. Más presentes. Y todo eso también influye: quizás tu profundo amor por el campo, por cuidar de tus plantitas o por descubrir nuevos lugares venga de ellxs. Como cierran estas especialistas, “no son solo fuente de sabiduría, sino que a menudo marcan nuestra manera de afrontar la existencia y forman parte de nuestra identidad”.