¿Quieres felicidad laboral? Practica la autocompasión

Ni el tipo de trabajo ni tu jefx ni tus compañerxs son el factor clave

Siempre lo has deseado: levantarte cada mañana con una sonrisa en la cara porque vas a trabajar. A veces piensas que es cosa de la empresa. Otras del tipo de trabajo que haces. Otras de lxs compañerxs de la oficina. Y otras de las condiciones laborales. Y obviamente has tenido una pizca de razón con cada una de esas ideas. No obstante, ninguna de ellas es verdaderamente la clave de tu ansiada felicidad laboral. Según una investigación liderada por la psicóloga Michelle McQuaid, y en la que se entrevistó a más de 1.000 trabajadorxs australianxs, lo que define el nivel de satisfacción laboral es una cualidad cognitiva humana que puedes cultivar muy fácilmente: la autocompasión.

Porque el entorno laboral puede ser realmente duro para tu estado emocional: cometes errores, recibes críticas, te exiges en los momentos de mayor estrés... Le pasa a todo el mundo, pero quienes no tienen compasión de sí mismxs terminan haciéndose mucho daño. En concreto, dice la propia McQuaid en una publicación para Psychology Today en la que habla de los resultados de su estudio, las personas que sí practican la autocompasión tienen más probabilidades de renunciar a la autocrítica sin empatía. “En lugar de reprenderse por los fracasos cuando las cosas no van bien, reconocen que todavía no están donde querrían estar y se animan a seguir intentándolo”.

Además, estas personas también tienen mayores probabilidades de esquivar el aislamiento social en el trabajo. En palabras de McQuaid, “en lugar de esconderse cuando cometen errores debido a la vergüenza, son lo suficientemente vulnerables como para pedir ayuda y apoyo a los demás”. Su autocompasión les permite aceptar sus imperfecciones. Por último, parece ser que quienes practican esta cualidad también están más protegidxs de la hiperpresión, mostrando una mayor adaptabilidad a los periodos de estrés y siendo capaces de sacar partido a sus fortalezas para aprender y crecer. Es decir, que la autocompasión les engrandece. ¿No es maravilloso?

En definitiva, como señala la psicóloga Danielle Jacobs, cofundadora de The Wellbeing Lab, “las prácticas de autocompasión ayudan a reducir los niveles de ansiedad y estrés de los trabajadores y a promover mayores niveles de bienestar al hacer que sea más probable que continúen experimentando de manera divertida con diferentes enfoques hasta encontrar el que funciona mejor para ellos”. Cuando no te aferras como un koala a un autoconcepto laboral, cuando no te castigas por cada pequeño traspiés, cuando no te comparas con todo el mundo todo el rato, el curro se convierte en una especie de juego que te motiva y saca lo mejor de ti. Ah, y proteges tu salud mental.