Qué es el FOBO: la razón por la que cada vez nos sentimos más desfasados

FOBO son las siglas de “Fear of Becoming Obsolete”, un miedo que cada vez se extiende más con la entrada de la IA

El FOMO laboral ha sido substituido por el FOBO (Fear of Becoming Obsolete): el miedo a volverse obsoleto. Y todo gracias a la irrupción de la Inteligencia Artificial, sí, tu amigo el ChatGPT. Si cuando entrabas a Twitter tenías un FOMO enorme porque todo el mundo estaba publicando sus nuevos proyectos, ahora existe este pensamiento intrusivo que hace que nos preocupemos por la posibilidad de que nuestras habilidades y conocimientos queden desfasados.

Esto pasa especialmente entre los boomers (los cuales algunos aún no saben como hacer un PDF) pero también se está extendiendo entre los millennials y zeta. Nos hemos criado con Internet, sí, pero no con la inteligencia artificial. La preocupación de que la IA y la automatización puedan reemplazar empleos ha llevado a que muchas personas se replanteen la carrera que eligieron estudiar. Y también a buscar alternativas a su actual trabajo.

Consecuencias de tener FOBO

El FOBO puede acabar aumentando el estrés y la ansiedad, especialmente en todas aquellas actividades que estén relacionadas con el trabajo. Uno de los grandes problemas de este estado ansioso es que puede hacer que trabajemos peor, tomemos malas decisiones o nos sintamos más inseguros a la hora de ejecutar las tareas, lo que a la vez puede realimentar esa espiral viciosa de pensar que cada vez estamos más obsoletos y sabemos hacer menos cosas.

Para enfrentar el FOBO, una estrategia clave es la mejora de habilidades. Intentar apuntarse a cursos que nos permitan ampliar conocimientos sobre áreas nuevas y que nos ayuden a seguir actualizados con las nuevas tecnologías. Otra manera de afrontar el FOBO es ser conscientes de que siempre en nuestra vida vamos a tener que estar estudiando y que forma parte del mundo laboral.

También está bien mirar al pasado para aterrizar un poco los pensamientos negativos que genera el FOBO. En el pasado, tecnologías como los ordenadores, el correo electrónico e Internet interrumpieron los flujos de trabajo y obligaron a los trabajadores a adaptarse rápidamente. En aquel momento parecía el fin del mundo, pero la gente no perdió su curro; por lo que con la IA no tiene por qué ser tan distinto.

Para abordar FOBO, las empresas deben invertir en oportunidades de aprendizaje y desarrollo continuos. Un estudio de 2023 de McKinsey encontró que los empleadores que adoptan la IA esperan que aproximadamente el 20% de sus empleados necesiten ser recalificados. Los empleados están de acuerdo, con el 82% creyendo que necesitarán adquirir nuevas habilidades o perfeccionar las existentes al menos anualmente para seguir siendo competitivos.