El teletrabajo nos ha traído más flexibilidad y mayor comodidad. Y porque no decirlo: las de veces que cuando curras presencialmente te pones a mirar cosas random esperando que sea la hora de salir porque ya no hay más curro o no quieres abrir un proyecto nuevo. Dentro del teletrabajo está lo que se llaman las “vacaciones silenciosas”. Es decir: tomarse descansos (o estar todo el día) sin currar durante horario laboral sin avisar a nadie.
Según diversos estudios, se trata de una tendencia en auge entre los millennials y la generación Z, especialmente aquellos que tienen la posibilidad de teletrabajar. Esta práctica consiste en tomarse descansos o días de vacaciones sin informar a sus jefes, simulando que están trabajando. Ahora bien, las “vacaciones silenciosas” no son una muestra de que los jóvenes ahora somos más vagos o más descarados, sino que reflejan la cultura tóxica del trabajo donde el descanso aún está mal visto.
El periódico británico The Guardian ha señalado que en el Reino Unido, aunque se tiene una cultura más alineada con la necesidad de descanso, muchos empleados aún se sienten “demasiado ocupados” para tomar todos sus días de vacaciones. Es decir, sigue teniendo un cierto estigma, querer descansar los días que toca. Esto hace que los más jóvenes busquen alternativas a este estigma de las vacaciones, tomando las “vacaciones silenciosas” como solución temporal.
Un estudio realizado por The Harris Poll, encuestó a 1.170 empleados en Estados Unidos y reveló que el 37% de los millennials han simulado estar trabajando cuando no era así. En la generación Z, el 24% admitió haber hecho lo mismo. Esta práctica es más común en países de América Latina y Estados Unidos, donde hay una cultura del trabajo muy fuerte y donde se ve mal irse a la hora o irse de vacaciones. Igual que en Reino Unido, los jóvenes en estos países a menudo no utilizan todas sus vacaciones por temor a parecer menos comprometidos o productivos ante sus superiores.
El modus operandi de estas “vacaciones silenciosas” incluye varios trucos para mantener la apariencia de actividad laboral. El 37% de los millennials encuestados confesó haber programado mensajes durante su horario laboral para simular que estaban trabajando e incluso enviaron mensajes adicionales fuera del horario para parecer aún más dedicados. El 27% de la generación Z también utilizó esta táctica. Además, el 38% de los encuestados mantuvo su estado activo en aplicaciones de comunicación corporativa como Slack o Teams mediante movimientos periódicos del ratón, una técnica común para evitar sospechas.