Existen cientos de trabajos diferentes en el mundo pero tú siempre lo has tenido muy claro: hay uno que sin haberlo probado nunca, porque no has tenido aún la oportunidad, te sabe maravillosamente bien en tus películas mentales. Lo deseas. Lo anhelas por encima de todo lo demás. Es el trabajo de tus sueños. Hacia el que quieres dirigirte. Y eso es magnífico. Está bien sentir tanta pasión. El problema es que la realidad puede ser muy distinta de tus fantasías y el trabajo de tus sueños puede terminar resultando decepcionante. En ese sentido, desde Business Insider recomiendan realizar una serie de indagaciones previas antes de encaminarse tan firmemente hacia ese objetivo.
Como, por ejemplo, entrevistar a personas que se dediquen a ello. Porque no es lo mismo imaginarte a ti mismx en lo más alto del escalafón jerárquico de esa profesión o en la empresa más espectacular de ese sector, que escuchar a personas que viven ese curro en su día a día más común. Sabrás sobre su potencial, sobre sus condiciones más habituales, sobre su nivel de presión o sobre su curva de desarrollo. Como indican desde este mismo medio, “aunque hay circunstancias subjetivas por las diferentes personalidades, saber qué es lo mejor y lo peor de un trabajo puede guiarte a conocer si esas tareas resultarían un problema o por el contrario suponen un reto”. Aprovecha LinkedIn para contactarlas.
Opciones que no tenías en cuenta
Aprovecha también las ofertas de voluntariado si las hay. En última instancia, y como es lógico, la mejor manera de saber si un trabajo encaja con lo que tú eres y con lo que tú necesitas es practicarlo. Así, en lugar de pasarte años estudiando y estudiando para luego llevarte el chasco comprobando, una vez consigas un trabajo en ese área, que no te mola tanto como imaginabas, tendrás una respuesta de antemano y podrás tomar decisiones formativas más fundamentadas. Además, recuerdan desde este medio, “si el resultado del voluntariado es positivo tendrá una repercusión beneficiosa cuando se presentan las solicitudes de empleo o cuando se realicen entrevistas”.
Por último, tienes a tu disposición los cursos online. Este método de indagación es especialmente productivo si los cursos incluyen tareas que se asemejan mucho a las labores reales del trabajo. “El aprendizaje no tiene por qué servir solo para obtener un certificado, sino que es para ensuciarse las manos y comprobar si la materia en cuestión resulta agradable”. ¿No lo es? ¿No al menos como lo habías soñado? Todos tus esfuerzos habrán servido para desidealizar esa profesión y para no sumergirte en algo que finalmente no te haría demasiado feliz. Eso sí: ten en cuenta también que el trabajo perfecto no existe. Quizás no sea ideal, pero sea suficiente. Dale unas vueltas.