Las entrevistas de trabajo pueden ser muy intimidantes. Especialmente cuando estás comenzando tu carrera, tienes poca experiencia en el sector y no cuentas con una excesiva confianza en tus habilidades. Sabes que te enfrentarás a una retahíla de preguntas que, aunque se repiten constantemente en este tipo de encuentros, resultan difíciles de enfrentar, como la temida pregunta de “¿por qué quieres trabajar en esta empresa?”. Según cuenta Joel Schwartzberg, director sénior de Comunicaciones Estratégicas y Ejecutivas, a Business Insider, existen tres enfoques particularmente productivos y beneficiosos para responderla con independencia del tipo de empresa y de trabajo.
En primer lugar, el enfoque pasional. Muchxs reclutadorxs no están prestando tanta atención a lo que dices como a la emocionalidad con la que lo dices. Esperan que les transmitas entusiasmo. Y eso no se puede fakear. Sobre todo si es de tus primeras entrevistas y andas un poco nerviosx. Por eso es importante que antes de acudir a la cita analices bien la oferta e intentes encontrar algo de ella que te encante de verdad. Puede ser la marca. O su misión en el mundo. O alguno de sus productos o proyectos. Lo que sea. Enamórate de algo. Y si no lo encuentras, si no logras que nada te motive lo suficiente y solo quieres el curro por supervivencia, olvida este enfoque y usa otro.
Demuestra lo mucho que te motiva
Como el enfoque de las responsabilidades. Según señalan desde dicho medio, “tu objetivo cuanto te preguntan esto debería ser convencerles de que disfrutarías con esas responsabilidades y en esa empresa y por qué”. Aquí ya no se trata de transmitir cuánto te gusta un aspecto específico de la oferta de empleo, sino de transmitir cuánto te motiva realizar una tarea. Quizá porque quieres formar parte de algo. Quizás porque quieres crecer profesionalmente. Quizás porque siempre te ha hecho feliz esa función. Da igual. La cosa es que quede muy claro que deseas el curro. Pero ojo: no te vayas por las ramas y les cuentes la película de tu vida. Afina el mensaje y ve directx al grano.
Por último, tienes el enfoque de proyección en el que argumentas sobre tus posibilidades de éxito en la compañía. Ya no se trata de decir cuánto te molaría trabajar ahí por cuestiones de afinidad personal o profesional, sino hacerles ver que la inversión que están haciendo en ti resultará productiva. Como recomienda Schwartzberg, las construcciones tipo “dada mi experiencia en X me veo teniendo éxito...” o tipo “creo que contribuiré en...” son ideales para materializar este enfoque. En cualquier caso, dice este mismo experto, y elijas el enfoque que elijas, huye del rollo “quiero trabajar aquí porque estoy en paro o porque las condiciones son buenas”. No suele molarle a nadie.