Claves para encontrar el equilibrio entre vida personal y profesional

Carecer de ese equilibrio puede agotarte emocionalmente

El teletrabajo tiene aparentemente muchas ventajas que lo hacen muy suculento: no tienes que pillar un bus de una hora para llegar a la ofi, puedes trabajar cómodamente en pijama y tienes la oportunidad de hacer los descansos que veas oportunos. Sin embargo, el teletrabajo está rodeado asimismo de un gran mal. Se trata de la dificultad que puedes llegar a encontrar para separar tu vida profesional de tu vida personal. Y no solo porque alargues tu jornada laboral más de la cuenta tratando de terminar determinada tarea, sino porque incluso cuando paras de verdad puedes continuar maquinando mentalmente sobre cuestiones del curro. Necesitas una receta para hallar el equilibrio.

Y según cuenta la doctora Kristie Fleetwood en un artículo para Happiful, esta receta cuenta con seis pasos distintos, el primero de los cuales consiste en descubrir qué significa para ti el equilibrio ideal entre vida personal y profesional. Al fin y al cabo, eres una persona única con una concepción de la vida única.

Solo tú puedes saber hacia dónde quieres dirigirte. Un segundo paso, que puede ayudarte con este primero, y descubrir mejor qué clase de existencia deseas, trata sobre identificar cuáles son tus valores fundamentales. ¿Es superar desafíos? ¿Es poder fortalecer tus vínculos humanos? ¿Es la búsqueda de la serenidad? En función de tus prioridades podrás dibujar tu equilibrio ideal.

Piensa en tu propio descanso

¿Lo tienes? Pues es el momento de detectar qué obstáculos podrían interponerse en tu camino a la hora de hacer realidad ese equilibrio. ¿Unx jefx asfixiante? ¿Tu propia autoexigencia? ¿Un trabajo muy estresante? Localiza tus desviadores para poder abordarlos previamente y que no te roben tu deseo.

Como dice la propia Fleetwood, “es muy importante ser capaz de adelantarse a los potenciales desviadores”. Como lo es también formularte mensajes que te permitan no trabajar de más por culpa. Algunas sugerencias de la experta son “soy importante y no puedo hacerlo todo” o “estoy cuidando a los demás y necesito tiempo para recargar energías”. Promueve tu propio descanso.

Y solo quedan dos pasos más. Por un lado, entrenar tu capacidad de decir no. Porque incluso si consigues domar tu autoexigencia y disfrutar de más tiempo libre, tus jefxs o tus compañerxs podrían no respetar ese merecido descanso y exigirte más. Según Fleetwood, “crecemos con historias sobre ser serviciales y amables y decir que no puede hacernos sentir que no somos esas cosas, pero es posible decir que no y seguir siendo una buena persona”. Por otro lado, confiar más a menudo en tu instinto. Si son las ocho de la tarde, sigues enfrascadx en una tarea del trabajo y tu instinto te grita que pares, que necesitas bajarte del tren por hoy, hazle caso. Está ahí para protegerte.