La píldora masculina del futuro calentará los testículos con imanes diminutos

Científicos chinos pretenden inyectar nanomateriales magnéticos en el escroto de los hombres para calentar sus testículos y lograr la infertilidad temporal, una especie de píldora masculina pero sin efectos secundarios

Todos conocemos a estas alturas los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas en el cuerpo de la mujer. Pues, si bien no le deseamos a nadie los desajustes que provoca, lo cierto es que estamos en pleno 2021 y todavía no existe un equivalente en los hombres o, por lo menos, algo más imaginativo que el preservativo como única opción temporal para las personas de este género si lo que se desea es evitar un embarazo no deseado. El caso es que esta realidad podría tener los días contados si el proyecto de unos investigadores de la Universidad de Nantong, en China, consigue su objetivo: esterilizar a los hombres calentando sus testículos con imanes. 

Según recoge la revista Quo, esta nueva investigación científica publicada en la revista Nano Letters, utilizará la inyección de nanomateriales magnéticos en el escroto para producir una hipertermia lo suficientemente amplia para detener la espermatogénesis, la creación de espermatozoides, entre 30 y 60 días. En concreto, las nanopartículas de óxido de hierro y recubiertas de ácido cítrico serían estimuladas mediante un campo magnético hasta alcanzar una temperatura de 58 grados centígrados, es decir, lo suficiente para detener la producción de espermatozoides de manera temporal pero sin afectar a la salud ni la capacidad del paciente a medio o largo plazo.

En los ensayos realizados hasta el momento en ratones, un tratamiento de 15 minutos consiguió que los roedores fueran incapaces de engendrar crías durante una semana. Por lo visto, su capacidad era restituida progresivamente después de este periodo para normalizarse completamente a los 60 días. Sin embargo, el optimismo que podría desprenderse del experimento está en cuestión porque se desconoce el nivel de dolor que podría ocasionar el tratamiento en humanos ya que se sabe que los testiculos humanos son especialmente sensibles al dolor. Por lo tanto, aunque esta investigación que pretende resolver el problema de la falta de anticonceptivos masculinos no invasivos, lo cierto es que aún está lejos de ser una realidad. 

Por el momento, el único experimento que prometo resultados similares es el llevado a cabo por el National Institute of Health de los Estados Unidos que experimenta con el sistema endocrino masculino a través de un medicamento en formato gel cargado de progestágenos, una variedad hormonal que reduce los niveles de espermatozoides en nuestro organismo hasta la infertilidad. Sin embargo, y como ocurre con la píldora femenina, esta alteración hormonal tiene efectos secundarios en el organismo masculino: la testosterona cae por los suelos, un fenómeno que manda al traste el deseo sexual de los hombres. Estériles pero sin libido. Y aunque parecen haber encontrado cierto equilibrio, de momento parece un imposible.