Durante estos últimos años la comunidad científica ha ido confirmando empíricamente los beneficios del consumo de café para tu salud: mayor quema de grasa, disminución del riesgo de padecer diabetes, reducción del riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas y aporte de micronutrientes fundamentales como son la vitamina B2, la vitamina B5, el magnesio o el potasio, entre otros. Sí, un buen café te activa y te cuida. No obstante, y según indican desde Vitónica, todos estos beneficios no compensan los perjuicios y los riesgos que tiene su consumo para una serie de perfiles individuales concretos. Algunas personas no deberían tomar café bajo ninguna circunstancia. Y menos diariamente.
Un ejemplo muy claro son las personas que padecen trastornos de ansiedad. Como explican desde este mismo medio, estas personas “pueden ser más sensibles a la cafeína y acentuar síntomas de esta condición ante su consumo”. Incluso si te despierta y te sienta muy bien en el momento, si tienes ansiedad de manera recurrente es probable que en el medio y largo plazo termine pasándote factura. En algunos casos incluso el consumo puntual puede dar lugar a episodios de nerviosismo. El café está rico y te saca de la pájara mental de las mañanas, pero existen muchas otras maneras de activarse con las que no comprometerás tu salud mental. Haz algún tipo de ejercicio. Es más saludable.
No es bueno si tienes migraña
Asimismo, tampoco deberías tomar café si sufres gastritis. El motivo es que “el café puede irritar la mucosa gástrica”, empeorando así la enfermedad. Especialmente si lo consumes día tras día. Y lo mismo ocurre con las migrañas: estos episodios son muy jodidos y hacen que la persona que los sufre lo pase verdaderamente mal, por lo que consumir café debería estar prohibido para ellas dado que, según descubrieron en una investigación sueca, “puede estimular episodios de migraña y acentuar los síntomas de esta condición”. O dicho con otras palabras: no solo aumentará la probabilidad de que padezcas esos episodios sino que los hará más duros. Un riesgo completamente innecesario.
Y para terminar están las mujeres embarazadas. Según lxs expertxs de dicho medio, “el consumo de café durante la gestación, sobre todo en elevadas proporciones, se ha asociado a mayor presencia de sangrado durante el embarazo, así como también a bajo peso al nacer, ya que el metabolismo de la cafeína se ralentiza quedando esta circulando durante mayor tiempo y pudiendo pasar al feto fácilmente”. Para estas mujeres, así como para las personas que sufren ansiedad, gastritis o migrañas, la solución para lidiar con el mono de café es pasarse al café descafeinado durante una época y finalmente eliminarlo también de sus rutinas. Un gran sacrificio, pero en el futuro lo agradecerás