Las infecciones de transmisión sexual (ITS) están aumentando a un ritmo alarmante en España, sobre todo la sífilis y la gonorrea. Un informe reciente del Instituto de Salud Carlos III revela que solo en 2023 se registraron 34.401 casos de gonorrea, un 42,6 % más que en 2021 y se diagnosticaron 36.983 casos de sífilis, un 24,1 % más que en el mismo periodo. Los casos de clamídia también se dispararon, alcanzando los 10.879, con un incremento de un 20,7 % más que dos años antes. ¿Qué estamos haciendo mal y a qué se debe el aumento?
En 2001, la incidencia de gonorrea era del 2,04 mientras que en 2023, la tasa era de 71,54, cuando se detectaron 34.401 casos, una cifra un 42,1 % superior a la de 2021. Hay que tener en cuenta que la subida se da especialmente entre hombres jóvenes. En la gonorrea, por ejemplo, ellos representan el 80 % de los casos, con tasas que superan los 400 casos por cada 100.000 personas en el grupo de edad de 25 a 34 años. Mientras que Cataluña lidera las cifras nacionales con 165,3 casos por cada 100.000 habitantes.
Según explicaba a Newtral Francisca Molero, portavoz de la Federación Española de Sociedades de Sexología, uno de los factores tras estos aumentos es la falta de educación sexual, especialmente en jóvenes que tienen mayor acceso a contenido sexual sin guía ni contexto.
A esto se le suma la digitalización de los informes sanitarios de ITS y un cribado más frecuente gracias a fármacos preventivos como la PrEP, especialmente en colectivos de riesgo como hombres que tienen sexo con hombres. Este mayor control ha permitido descubrir más infecciones, que antes pasaban inadvertidas.
Barreras para hablar de las ITS
Sin embargo, estas cifras alarmantes también exponen una realidad cruda: aún persisten muchas barreras para que se hable abiertamente de ITS en algunas comunidades.
También contaba a Newtral Ana Silva, investigadora del Hospital Quirón de Málaga, que los estigmas y la falta de diálogo sincero sobre salud sexual entre parejas heterosexuales complica el rastreo de contactos y el freno de contagios, especialmente en brotes de sífilis. Todavía hay tabúes que derribar.
Las cifras no parecen que vayan a estabilizarse pronto, y en gran medida, esto tiene que ver con las nuevas dinámicas sociales. La sexóloga Asunción Díaz destacaba a Ondacero que la manera en que socializamos y experimentamos la intimidad ha cambiado, y es crucial adaptarnos para prevenir estos problemas.
Ante esta realidad, queda claro que las ITS están lejos de ser un problema “del pasado” y demandan un cambio de mentalidad: normalizar el uso del condón, ampliar la educación sexual y ver la salud sexual como algo necesario y prioritario para una sociedad que quiere ser abierta y moderna.