España está en la línea para convertirse en un país subfértil según los estándares de la OMS. Es el resultado que se extrae de un trabajo publicado en la Human Reproduction Update. El estudio se realizó con más de medio centenar de países comparando los registros espermáticos de entre 1973 y 2018 de hombres sanos.
Otro de los indicadores que está alertando a los expertos es que los informes de las clínicas de reproducción asistida también apuntan en esa misma dirección. Un estudio del grupo IVI citado por LaVanguardia, concluye que el riesgo de que los hombres tengan que recurrir a tratamientos de fertilidad para ser padres ha aumentado un 9%.
Podríamos pensar que este descenso de la calidad del semen es algo que se está dando entre la población de más de 40 años, especialmente entre los baby boomers. Pero no. La baja calidad del semen se está detectando entre los jóvenes de 18 y 35 años que, teóricamente, están sanos. Según el Instituto Bernabeu, que trabaja en el campo de la fertilidad y la reproducción asistida, en 5 años la tasa de aceptación de donantes para su banco de esperma ha pasado del 15% al 8%. Es decir, que ocho de cada diez hombres fueron rechazados por baja calidad en el esperma.
En los bancos de esperma normalmente se pide una calidad de semen superior a los estándares de la OMS, para así superar el proceso de congelación y descongelación. Pero aún así, relata a La Vanguardia, la científica del laboratorio de genética del IB, Belén Lledó, que el 40% de los candidatos rechazados ni siquiera cumplían con los estándares de la OMS. Además de que se les aconsejó que acudan al urólogo.
Las causas tras este empeoramiento de la calidad del semen son múltiples y difíciles de concretar. Es cierto que el estilo de vida sedentaria y la dieta plagada de ultra procesados no ayudan en nada. Y en el caso de los donantes jóvenes aún se ve más claro que no es tanto una cuestión de edad como de estilo de vida.
Paradojalmente, estamos en un momento en el que se vuelve a reivindicar la vida sana y la cultura de gimnasio. Ahora bien, esta obsesión por el cuerpo está llegando a niveles que van más allá de pasarse las tardas enteras en la sala de máquinas. Son muchos los jóvenes que consumen productos para mejorar el rendimiento deportivo.
Estos compuestos que prometen tener una mejor performance en el entrenamiento, según el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, Juan José Espinós, también son los que están afectando a la calidad del semen de muchos jóvenes. “Las sustancias que muchos hombres toman para mejorar el rendimiento deportivo desestabilizan el sistema hormonal y eso afecta a la formación de gametos, a la calidad del semen y a la fertilidad”, explica el experto a La Vanguardia.
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En este sentido, apunta a los anabolizantes como los más perjudiciales para fertilidad masculina y de los cuales el “efecto es inmediato”. También son un problema los esteroides que se relacionan directamente con la caida del número de espermatozoides.
Aun así, también sigue habiendo otros factores como el estrés y la contaminación, que también impactan sobre la calidad del semen de los hombres. Pero el uso de determinados suplementos en los gimnasios ya está pasando factura y es etiquetado como el “efecto gimnasio”.