La primavera es un momento maravilloso del año. Después del invierno, de las mañanas gélidas, de los planes sociales versión casera como norma, de las capas y capas de ropas, llegan los días cálidos. Y se agradece. Con ellos llegan también las tardes en terracitas, los paseos por los parques, las sesiones de bronceado en el balcón y, en definitiva, la vida al aire libre. Un boom de posibilidades. Pese a todo, algunas personas la odian con todo su corazón. Personas que no pueden disfrutarla porque estar en la calle en esta época del año es garantizarse un episodio de estornudos, mocos, picor de ojos, rinitis y decaimiento. Personas alérgicas a determinados pólenes. ¿Lo eres? Necesitas un plan.
Uno que debe comenzar con una rutina estricta: la de consultar los niveles de pólenes en las áreas en las que deseas moverte. Si el nivel de un polen concreto al que eres alérgicx está peligrosamente alto en una región y en determinado momento del día, busca una quedada alternativa. En caso de que sea inevitable, utiliza mascarilla. Está demostrado que reduce la exposición al polen. Y sí, es un tostón, pero disminuirás la probabilidad de encontrarte fatal. Merece la pena. Aún así, tus ojos y tu piel probablemente sigan en contacto con el polen que flota en el aire. Esta es la razón por la que desde el medio LifeHacker te recomiendan priorizar los planes caseros. Es una pena. Pero es lo que hay.
Así puedes protegerte
No obstante, debes tener cuidado con el polen que entra en tu casa. Porque entra. “En lugar de abrir las ventanas en ese agradable día, debes mantenerlas cerradas” y llevar a cabo las siguientes acciones para minimizar el polen que invade tu espacio seguro a través de la ropa: “lava tu ropa de cama una vez a la semana, quítate los zapatos cuando entres en casa de la calle y cámbiate y lava tu ropa después de haber estado fuera por un tiempo”. Protegerte de la alergia primaveral requiere disciplina. Tienes que tenerlo en cuenta todo el tiempo. Además de lo anterior, te vendrá bien eliminar las alfombras, pues retienen mucho el polen, e instalar un purificador del aire.
Por supuesto, y si aún no lo has hecho o llevas mucho tiempo sin acudir, una visita anual a unx especialista en alergología es imprescindible y puede marcar la diferencia. Primero, para realizar una prueba de inmunoglobulina E alérgeno-específica que te permita conocer a qué clase de polen en concreto eres alérgicx. Quizás puedas disfrutar del florecer primaveral en ciertos parques gracias a que no hay árboles o plantas que generen el polen que te destroza. No te limites. Y segundo, porque unx médico puede recetarte medicamentos que te ayuden a lidiar con estos meses de alergia como los antihistamínicos o los broncodilatadores si tienes asma alérgico. Y paciencia: pasará.