Es una verdad archiconocida pero nadie la dice en voz alta: una de las grandes delicias del teletrabajo es la de poder cagar cuando te entran ganas sin sentir ningún tipo de pudor. Porque en la oficina es muy diferente. Allí, y a menos que te dé un apretón insoportable, vas a hacer lo que esté en tu mano para aguantar las ganas hasta que pasen. No quieres que tus compañerxs piensen en ti de esa manera: sentadx en una taza de váter, apretando y soltando lastre. Y sobre todo no quieres desprender olores. Solo de pensarlo te invade la vergüenza. No obstante, y como explica una nueva campaña del estado australiano de Queensland, esa dinámica es malísima para tu salud.
”El Departamento de Salud de Queensland advierte que ignorar constantemente a tu cuerpo y aguantarte las ganas de defecar puede acarrear consecuencias serias para la salud, incluida la retención de heces, que acaban volviéndose duras y secas, o hemorroides, entre otros problemas graves”, apuntan desde Xataka. Eso de bueno, ya cagaré en mi casa cuando llegue dentro de cuatro horas es una idea pésima que te puede terminar saliendo muy cara. De hecho, esta actitud puede conducirte a trastornos de interrupción intestino-cerebro como pueden ser el síndrome del intestino irritable o el estreñimiento funcional. Dos de cada cinco personas ya los padecen.
“Está bien hacer caca en el trabajo”, reza el slogan
De ahí que las autoridades políticas de Queensland hayan querido animar a sus ciudadanxs a cagar en sus puestos de trabajo tan pronto como sientan la necesidad. ¿Cómo? Con un vídeo bastante pink con delfines, unicornios y arcoíris en redes sociales que finaliza con una frase clara y contundente: It’s okay to poo at work (Está bien hacer caca en el trabajo). Pero han ido más allá y han estado publicando recomendaciones para facilitar la tarea a lxs más pudorosxs como “usar sprays perfumados, evitar comidas y bebidas que puedan sentar mal o aplicar ejercicios de meditación para relajarse en el WC”. Lo que sea necesario para no seguir contradiciendo a tu cuerpo.
Porque además es absurdo. Como señalan en esta misma campaña, “recuerda que todo el mundo hace caca: visualiza a alguien famoso como Taylor Swift en el baño”. Y tu jefa. Y el becario de la oficina. Y tu crush del trabajo. Si algo tenemos en común todos los seres humanos de la Tierra es que cagamos. “Algunas personas llegan a extremos tales como dejar sus puestos de trabajo para dirigirse a otro lugar como un centro comercial o un sitio donde tengan acceso al baño”. Incluso hay peña que termina automedicándose para evitar las ganas de cagar en el horario laboral. Una locura. Te guste o no, DEBES cagar. Estés donde estés. O acabarás pagando las consecuencias.