No tenemos nada contra tu felicidad gustativa. No nos gusta destrozar una y otra vez tus esperanzas de poder comerte unos dulces del supermercado sin remordimiento. Pero la realidad es la que es: siempre son los mismos alimentos los que se esconden detrás de cualquier perjuicio de la comida. O casi siempre. Y son los ultraprocesados del demonio. Estos inventos a base de grasas saturadas y azúcar tienen un impacto significativo en muchos apartados de tu salud. Incluida la memoria. Su consumo elevado puede llevársela por delante.
Adiós a los ultraprocesados
Es la conclusión de una investigación reciente publicada en el Journal of Nutritional Science. Según explican desde investigación, medio que se hace eco de la misma, "una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se ha asociado a mayor incidencia de enfermedad de Alzheimer y demencia vascular, mientras que el reemplazo de alimentos ultraprocesados por productos mínimamente procesados o alimentos frescos se relaciona con un riesgo inferior de pérdida de memoria en un 19%". Y eso es muchísimo. Lo suficiente como para tomar medidas.
Unas medidas que están muy claras. Por mucho que te niegues a abrazarlas. Por un lado, alejar de tu boquita todos esos productos que se fundamentan en las grasas saturadas o en las grasas trans. Como recuerdan desde Vitónica, estos nutrientes en elevadas proporciones "se vinculan a mayor riesgo de trastornos cognitivos", que en ocasiones conducen hacia la pérdida de la memoria. Por otro lado, mantener distancia también con los productos ricos en azúcares libres o añadidos. Generalmente los ultraprocesados pecan de las dos cosas.
¿Y cuáles potenciarán tu memoria?
Pero la cuestión no radica solamente en lo que elimines de tu dieta. Sí, llevando una alimentación consciente basada en alimentos frescos dejarás de maltratar tu memoria a largo plazo. Y aunque ahora puede parecerte una chorrada, siendo tan joven y funcionando tu mente en su plenitud, lo agradecerás el día de mañana. Porque eres tus recuerdos. Y debes mantenerlos contigo. Pero también puedes incluir en tu dieta alimentos que optimicen tu memoria de cara al futuro. Pasar de una dieta dañina a una dieta fortalecedora. No es mal plan si valoras tu cerebro.
Y además tienes muchas alternativas para hacerlo. Según cuentan desde Muy Interesante, las más potentes son las verduras verdes como las espinacas o el brócoli, los frutos secos, los frutos rojos, los cereales integrales y por encima de todo los pescados azules. "Es fuente de fósforo, que forma parte indispensable de las membranas de las neuronas. Y de omega 3, que tiene un papel protector frente a la progresión del deterioro cognitivo, por lo que actúa contra las patologías neurodegenerativas". Comer bien para no olvidar mañana. Debes tener clara la premisa.