3 cambios alimenticios que mejoran tu salud mental

Tu dieta influye decisivamente en la salud de tu cuerpo, en la salud de tu cerebro y en tu salud psicológica

La manera en la que percibes la realidad, y eso te incluye a ti mismx como parte de ella, condiciona profundamente el estado de tu salud mental. Por eso es tan importante controlar qué mensajes te tragas y conviertes en parte de ti. Debes saber decir NO a los discursos tóxicos que envenenan tu mente. No comer mierda. Y eso puede aplicarse metafóricamente, sí, pero también literalmente. Porque, como indica el médico Austin Perlmutter en una publicación en Psychology Today, "investigaciones realizadas durante las últimas décadas han dejado muy claro que lo que comemos juega un papel clave en nuestra salud general y especialmente en la del cerebro". Tu dieta es decisiva.

Y probablemente no sea la más adecuada. No es una crítica gratuita: según una investigación publicada en la revista especializada The Lancet, las dietas poco saludables son responsables de más muertes que el tabaco. Es un mal cada vez más extendido. Pero uno que puedes contrarrestar con apenas tres cambios alimenticios. El primero de ellos, según el propio Perlmutter, es cambiar la carne procesada por carne sin procesar o pescado. ¿La razón? "El consumo de carne procesada está relacionado con un mayor riesgo de demencia, mientras que el de carne sin procesar tiene el efecto opuesto. Y pescados como el salmón pueden ser aún mejores para la salud de tu cerebro".

Cambios (casi) obligatorios

El segundo seguramente sea más complicado: cambiar los snacks ricos en azúcares por frutos secos. Sí, es un desafío de la ostia. Porque las chocolatinas y los bollitos están demasiado buenos. No obstante, ten en cuenta que los altos niveles de azúcar en sangre son malísimos para la salud de tu cerebro. Los frutos secos, por el contrario, y especialmente las nueces, "son ricos en grasas específicas relacionadas con una mejor salud cerebral". Y es una cuestión de habituación. Una vez que alejas la tentación del dulce refinado de tu vida vas disfrutando más de los demás alimentos. Es como desengancharse. Y si los frutos secos no son para ti, los arándanos son otra sana alternativa.

Por último, tienes que desterrar de tu vida tanto los refrescos azucarados como las bebidas energéticas. En palabras de Perlmutter, "además del riesgo de aumento de peso y disfunción metabólica, algunas investigaciones sugieren que las bebidas azucaradas están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar demencia y depresión". Aunque sobre el papel pueda parecer aburrida, el agua es siempre la mejor de tus aliadas para saciar la sed. No hay más. Y si con las bebidas energéticas buscas un chute de vigor, pásate al café sin azúcar o al té, que son más saludables para tu cuerpo, para tu cerebro y para tu salud mental. A fin de cuentas, todo está conectado dentro de ti.