Llega el fin de semana. Se acaban las obligaciones y te toca encadenar vermuts con amigxs, excursiones, de vez en cuando aquella pachanga de fútbol o baloncesto, la obra de teatro que tenías pendiente y, por fin, aquel fiestón de horas sin parar de bailar que de vuelta a casa te depara un montón de aventuras e incluso algún ligoteo para después dormir como un bebé hasta que te dé igual despertarte el domingo al mediodía. ¿O no es así?
No para todo el mundo. Aunque el fin de semana puede parecer el momento ideal para aparcar el estrés y recuperar las ganas de vivir, y aunque no te lo creas, hay gente que odia el fin de semana. ¿Por qué? ¿Cómo puede ser eso?
Para empezar, la soledad se disfruta cuando es escogida. Tal y como explica un artículo reciente de La Mente es Maravillosa, el fin de semana puede ser un auténtico suplicio para la gente mayor que ve en el bullicio y el movimiento de la gente un motivo de envidia o de acentuar su soledad. También aquellxs solterxs que tienen a todxs sus amigxs con pareja y no saben ya a quien acudir para quedar los fines de semana.
¿De dónde viene esa angustia por el finde?
Pero hay más. En una sociedad acelerada y estresada, cada vez son más lxs que viven el trabajo con verdadera adicción. Incluso aunque se quejen, las reuniones de trabajo, la resolución de problemas, la presión por hacer las cosas bien, les genera una cantidad de dopamina y adrenalina que no consiguen encontrar los fines de semana.
Esto, si va acompañado de algún tipo de depresión o de sensación de vacío, puede llevar a la angustia durante el parón del fin de semana. De repente, tienes tiempo para pensar y hacerte preguntas, quién sabe si para rescatar aquel trauma que durante la semana habías olvidado entre compañerxs de trabajo y cansancio.
Durante la semana estás acompañadx y consigues reírte con tus compañerxs, pero el fin de semana te encuentras solx. Además, esa película o serie que ves antes de dormirte, o esa visita al gimnasio entre semana, te parecen rutina improductiva cuando llega el fin de semana. Probablemente seas una de esas personas a las que no les gustan los fines de semana.
Para combatir ese vacío o sensación de soledad, el blog de psicología recomienda tratar de buscar nuevas actividades en grupo o hacer un voluntariado, puesto que la sensación de ayudar a lxs demás es una de las más terapéuticas que existe.