Está pasando. En algunos bares y discotecas de las principales ciudades españolas ya es casi imposible pedirse un gin tonic de Seagram´s o Beefeater, un vodka limón con Absolut o un whisky de Jameson. ¿El motivo? Estas cuatro marcas de bebida se importan directamente desde el Reino Unido y el caos logístico en el que se encuentra el país por culpa del Brexit hace que sea muy difícil abastecer a las distribuidoras españolas.
“Pues me pido el gin tonic de Tanqueray y arreglado”. Pues no, no es tan simple porque el problema no se acaba en esas marcas ni con el Brexit. Según un reportaje de El Español, el problema de la escasez de stock es mucho más profundo y podría acabar con las reservas de muchos tipos de alcohol antes incluso de la llegada de la Navidad. Y lo peor de todo: no tiene pinta de poder arreglarse hasta bien entrado el 2022.
Pero, ¿por qué hace 15 días que muchas distribuidoras se han quedado sin stock? Pues agárrate porque se trata de una crisis de oferta mundial de muchos productos y servicios básicos a raíz de la reactivación global de la economía tras pasar lo peor de la pandemia de Covid. Al parecer, las fábricas de medio mundo habían relajado su producción para no sufrir pérdidas durante el último año y medio. El problema es que la demanda de todos estos productos, incluidos el alcohol, se ha disparado y no hay manera de atenderla.
No hay botellas, ni suficientes barcos para traer las mercancias porque las navieras que, por ejemplo, traen el ron de la República Dominicana no dan a basto. Y así con casi todo.Esta situación de colapso en los puertos internacionales ha provocado que el coste del transporte marítimo haya subido un 350%. Además, nadie está priorizando el mercado europeo porque hemos tardado muchísimo más en reabrir el ocio que otras regiones como Norteamérica o Asia por lo que estos mercados han absorbido gran cantidad del producto disponible.
Otro caso significativo es el del champán que también escaseará de cara a la Navidad. Justamente en esas fechas se espera el peor momento del desabastecimiento porque el incremento de la demanda es muy significativo cada año y en regiones como Madrid o Cataluña ya llevan 15 días notando la falta de abastecimiento. En conclusión: los especialistas del sector parecen estar de acuerdo de que se trata de la “tormenta perfecta” y que la situación no podrá arreglarse hasta por lo menos el mes de febrero.
“Por ahora si falta algo se compra de otro. El problema vendrá cuando no haya de nada”, explicaba a El Español el presidente de la Federación de Empresarios de Ocio Nocturno y Espectáculo, Ramón Mas. Así que pinta que la cosa va en serio y las navidades podrían ser la oportunidad para aprender a celebrar sin que haya un copeo de por medio. Quizá esta escasez global sea la oportunidad perfecta para darnos cuenta que no necesitamos un hábito tan dañino para nuestra salud como el alcohol. Pero después de lo que hemos pasado, solo faltaba que no podamos ni brindar por dejar atrás la pandemia.