Consejos para sobrevivir a la resaca ahora que casi no bebes

La resaca es el peor enemigo de los fines de semana de la mayoría de los jóvenes de nuestro país. Y, aunque el consumo excesivo de alcohol es fatal para tu salud, si te has pasado hay maneras de arreglar el desastre

Las noches de verano son muy bonitas, pero las mañanas siguientes no tanto y más ahora que tampoco es que estés muy acostumbradx a salir. Hablamos de esos días en los que te despiertas odiando las cervecitas de más que bebiste anoche, odiando a los amigxs que impidieron que te marcharas a tiempo gritándote “¡La última, la última!” y, sobre todo, odiando ese dolor que te martillea la cabeza sin parar y te hace inútil para socializar, trabajar o incluso poner bonitas tus plantas. Sabemos que compaginar la diversión nocturna con las obligaciones del día siguiente, es muy duro. Pero no está todo perdido: hay una serie de consejos científicos que pueden ayudarte a hacer más llevaderas las resacas.

Aunque antes de nada, hagamos la gran pregunta: ¿has notado si en los últimos años o meses las resacas son más jodidas que antes? Si es así, te interesará saber que hay varios factores que repercuten en su gravedad y prolongación. De acuerdo con el medio Medical News Today, estos son: el tipo y la cantidad de alcohol que has ingerido, con qué frecuencia bebes, tu masa corporal, factores biológicos, simplemente tu tipo de personalidad o el género y la edad sí, ahora es cuando echas de menos esos maravillosos 20 años en los que te creías invencible y capaz de todo.

Ahora que hemos aceptado que hace tiempo que las resacas son equivalentes a un tsunami privado en nuestro cerebro, toca saber cómo, según la evidencia científica, podemos acabar con estas o, al menos, hacer que duelan menos. Primero de todo, bebe mucha agua durante todo el día. Por poca sed que tengas o ganas de meter la cabeza en el inodoro, es crucial porque tiene el poder de compensar la deshidratación del alcohol. Después recuerda de lo que es capaz la vitamina C. Esos zumos de naranja o kiwis te ayudarán a eliminar los restos de bebida maliciosa que quedan en tu interior. Luego descansa todo lo que puedas, ya sea con una siesta antes de comer, otra siesta después de comer y una tercera siesta durante la película mala que hacen los domingos a las 18h.

Como cuarto consejo tenemos otra vitamina: la B12. Es aconsejable comer importantes cantidades porque ayuda a eliminar el alcohol a través de la orina, y estas vitaminas mágicas se encuentran en los productos de origen animal, como el pescado, la carne o los lácteos. Si hincharse a B12 es bueno, también es necesario recordar cómo Medical News Today pone sobre la mesa la importancia de desayunar. Según señala en su página web, “puede restaurar los niveles de azúcar en la sangre y mejorar algunos síntomas de la resaca”. Vaya, que como nos han dicho siempre, el desayuno es la comida más importante del día. Y un momento, que en cuanto a la alimentación eso no es todo. El mismo medio sostiene que el hecho de que el alcohol provoque estrés oxidativo, hace que sea determinante ingerir alimentos ricos en antioxidantes: cerezas, uvas, zanahorias, espinacas, chocolate amargo o nueces, por ejemplo.

Si sigues los seis consejos nombrados hasta aquí, tienes bastantes puntos de conseguir que tus resacas no conviertan tus días en absolutos desastres, pero si das un pasito más y prestas atención a los dos siguientes que nos ha dejado la ciencia, la cosa será aún más fácil. Primero, por mucha pereza que te de o por mucho que sientas que tu cuerpo pesa toneladas, haz un poco de deporte. Salir a caminar o hacer algunos movimientos suaves, activarán tu sistema nervioso y, además, te hará eliminar toxinas con más rapidez. Y por último, hazte ese regalo que en verano siempre nos sienta bien a todxs: una ducha. No solo te hará sentirte mejor al instante, también te arrancará esa niebla rara acumulada en el cerebro que te impide ver que un día de resaca también es un día que vale la pena aprovechar. ¡Aprovéchalo!