¿Eres una persona intensita de la vida? ¿Te gustaría tomar más decisiones con esa cabecita loca y menos con el corazón, que te trae por la calle de la amargura el muy traicionero? Pues tenemos buenas noticias: una nueva investigación de la psicóloga Ellen Langer, de Harvard sí, sí, esto es nivel dice que practicar el mindfulness puede ser la clave. Trabajar el mindfulness es trabajar la consciencia, e imagino que los budistas del mundo deben estar ahora en su templo haciendo un, “Te lo dije”.
Para su investigación Langer dividió su grupo de control de 109 personas en dos, uno de “poca consciencia” y otro “consciente”. El grupo de consciencia baja tenía que elegir su patrón de puntos favorito entre dos imágenes, el grupo consciente tenía que buscar las diferencias difíciles de encontrar entre dos imágenes. Después de este ejercicio tuvieron que responder a una encuesta que se centraba en la flexibilidad del pensamiento y observar cosas nuevas: el grupo que había trabajado su nivel de consciencia previamente lo hizo, efectivamente, mejor que el que solo tuvo que elegir qué dibujito le gustaba más.
“Life is so ironic. It takes sadness to know what happiness is, noise to appreciate silence, and absence to value presence.”
— The Mindfulness Meditation Institute @TrainingMindful March 7, 2021
Lo cierto es que las personas, por norma general, no somos muy conscientes. Un estudio del año 2010 dijo que el 47% del tiempo nuestras mentes estaban “deambulando”, y que solo somos capaces de concentrarnos de verdad cuando hacemos algo que nos apasiona. Pero está demostrado que si uno se entrena en la meditación y el mindfulness se puede aplicar ese nivel de consciencia a todo lo que hacemos.
¿Y no puede ser contraproducente ser tan consciente viviendo en un mundo tan terrible como el que vivimos? Esa sería la primera pregunta que me vendría a la cabeza a mí si me propusieran esto, pero creo que es porque relacionaría consciencia con ser hiperconsciente de todo lo que está sucediendo, las injusticias, las guerras… no con el tipo de consciencia a la que se refiere el mindfulness: el aquí, el ahora, lo que te rodea.
La evidencia, en general, sostiene que la gente es más feliz cuando se centra en lo que está haciendo, incluso cuando no es algo divertido, como tender la colada, lavar los platos o limpiar el baño. Pero como siempre hay un pero, esta no iba a ser la excepción: a veces volver al pasado recordando momentos felices o pensar en el futuro, en un plan que nos ilusiona, puede sacarnos de un ahora que no nos gusta y transportarnos a un estado mental más feliz.
Sea como fuere, si eres una persona que a veces sufre por su impulsividad, por tomar decisiones que le hacen mal por ser demasiado emocionales, es alentador saber que el simple hecho de ser más conscientes de lo que nos rodea nos puede ayudar a decidir de forma más racional y, en consecuencia, sufrir menos y disfrutar más.