Qué es el efecto Ikea y por qué nos sube tanto la autoestima

Las cosas hechas por nosotros mismos adquieren un mayor valor

Si por algo es famoso, Ikea es por sus muebles baratos y también por sus manuales de instrucciones. La cadena sueca consigue bajar los costes de sus productos en parte porque te los tienes que montar tú en casa. Montar un mueble de Ikea es una especie de pasatiempo masoquista: por un lado da mucho palo, pero por otro, cuando consigues ajustar el último tornillo, te sientes la persona más hábil y útil del mundo. Esa satisfacción que genera se la conoce como el “efecto Ikea”.

El concepto fue acuñado y estudiado por los doctores Michael I. Norton de la Escuela de Negocios de Harvard y Daniel Mochon de la Universidad de Yale. Su investigación, titulada The ‘IKEA Effect’: When Labor Leads to Love (El ‘Efecto Ikea’: Cuando el trabajo lleva al amor), fue pionera en describir este fenómeno en 2011 donde se apunta a que las personas tendemos a valorar más las cosas que hacemos nosotros mismos.

El “Efecto Ikea” define la tendencia humana a atribuir un valor adicional a los productos en los se han participado activamente en su creación. Este fenómeno no solo se relaciona con el trabajo manual, sino también con el esfuerzo, el tiempo y la inversión personal en una tarea específica.

Esta satisfacción personal y mayor valoración por lo que creamos nosotros mismos explicaría el boom de los DIY. Desde hace años, Pinterest se ha convertido en la cuna del DIY (Do It Yourself) en lo que respecta a hacer manualidades y apaños para mejorar la decoración de nuestro hogar o cualquier prenda de ropa. Con el DIY también nos encontramos con el boom de la cerámica o el ganchillo. Miles de personas que se apuntan a cursos para aprender a hacer sus propios vasos o bien a tejer sus propias bufandas y complementos.

Otro ejemplo del efecto Ikea menos físico sería tu perfil de Spotify. Seguramente si ahora perdieras tu perfil con todas tus playlists, artistas guardados y personalizaciones, sería una auténtica catástrofe. Principalmente, porque has invertido miles de horas en escuchar música y en crear esas listas y combinaciones. El wrapped que cada año lanza Spotify es un ejemplo de cómo utilizar el efecto Ikea para conseguir más adhesión por parte de los usuarios.

Spotify no es la única empresa que lo está utilizando, y otras compañías como Netflix o YouTube están estudiando cómo poder implementarlo para crear una experiencia más personalizada. Además de conseguir crear una especie de “vínculo” más valioso con sus cuentas, por lo que sería cada vez más difícil que, a la hora de recortar gastos, se dieran de baja.