La soledad puede afectar a tu salud mental e incluso física de una forma brutal. Según el soledad del gobierno de Estados Unidos, "incrementa significativamente el riesgo de una persona de morir prematuramente por todas las causas, aumenta casi en un 50% el riesgo de demencia y se asocia a mayores tasas de depresión, ansiedad y suicidio". Está claro que, como sapiens que eres, no estás hechx para estar siempre aisladx y sin una red de apoyo. No está en tu naturaleza biológica. Pero la socialización, tan necesaria, debe ser voluntaria. De lo contrario se convierte en una fuente de insatisfacción constante.
Tú eliges si socializas o no
Es la teoría del escritor experto en salud pública Christopher Bergland. En una publicación para Psychology Today, asegura que "ya sea que pases tiempo con otras personas o pases tiempo solx, si no lo haces por elección, es poco probable que experimentes una fuente de emociones positivas". Y esto tiene sentido: la diferencia a la que recurren lxs psicólogxs para diferenciar entre la soledad positiva y la soledad negativa es la intención. Hibernar en tu casa una semana para cuidar de ti es muy estimulante. Hacerlo porque no tienes a nadie con quien compartir tu tiempo es muy perjudicial. Lo mismo ocurre con la socialización.
"Poder elegir la soledad o el compromiso social marca la diferencia. Elegir estar con otros promueve la felicidad. Pero si no es por elección, estar con los demás fomenta la infelicidad", subraya Bergland. Piensa en esos tiempos en que tenías trece años y tus padres te obligaban a asistir a una cena con sus amigxs del alma cuando lo único que tú querías hacer era estar en tu habitación escuchando música. Piensa en cuánto odiabas tener que salir de tu burbuja de soledad voluntaria. Piensa en cuánto odiabas no poder escoger qué hacer con tu tiempo. Han pasado los años, pero la dinámica interior continúa intacta. Siempre.
Dedicarle tiempo a quién tú quieras te hará más feliz
Y lo más curioso de todo es que, según los resultados de una investigación realizada por científicxs israelíes, pasar tiempo con otras personas por obligación afecta más a la percepción del bienestar propio que pasar tiempo en soledad por obligación. Ambas cosas son terribles, pero la primera te genera aún más malestar. Quedar con los colegas del curro sin que te apetezca. Ir a comer a casa de tus tíos cuando quieres hundirte en el sofá a ver cien episodios en HBO Max. Que te visiten sin avisar un sábado de lectura y tranquilidad. En cierto sentido, es como si invadieran tu espacio mental. Y no hay manera de que se sienta bien.
Por el contrario, y como muestra esta misma investigación, publicada en la revista especializada Journal of Happines Studies, pasar tiempo con otras personas por elección posee el efecto más fuerte y positivo en los sentimientos de felicidad y bienestar subjetivo episódico". Más incluso que estar solx por elección. Más concretamente, dicen los autores, "sentir que estamos en compañía de otros por nuestra elección se asocia con el mayor impacto para nuestro bienestar, sentido de significado y control". Así que ya sabes: haz lo que te nazca, defiende tu voluntad y aléjate de los "tienes que..." y "debes...". Solo traen miseria.