Después de tres horas socializando con personas de tu misma franja de edad en una fiesta terminas psicológicamente agotadx. Lo veías venir porque te viene pasando desde siempre. Y para ti el diagnóstico está muy claro: eres una persona introvertida, tal como te han dicho varias decenas de artículos en internet. No hay otra explicación posible. O al menos no una que te hayan contado hasta ahora. Porque, en realidad, y como explica la psicóloga estadounidense Betsy Holmberg en una publicación para la revista especializada Psychology Today, es posible que simplemente tengas un estilo de apego vertical: que prefieras estar más cerca de tus padres que de gente de tu generación.
”Vivimos en un mundo orientado a los pares. Ponemos a los niños en grupos de juego. Esperamos que los adolescentes quieran pasar el rato exclusivamente con sus amigos. Como resultado, las generaciones a menudo se sienten de mundos separados. Las personas con apego vertical pueden sentirse fuera de lugar en este contexto”, escribe Holmberg. Estas personas se sienten más cómodas, más satisfechas y más llenas de energía compartiendo tiempo y actividades con niñxs, adolescentes, adultxs mayores o ancianxs que con quienes tienen su misma edad. En nuestra sociedad eso se ve como algo muy raro. Y sin embargo no lo es. Lo raro es que no tengas relaciones intergeneracionales.
En este sentido, dice la propia psicóloga, “si esto resuena contigo debes saber que no hay nada malo en ti y que no te estás perdiendo nada”. Sencillamente tienes un estilo de apego que no encaja con el que el mundo en el que vives quiere que tengas. Lo tuyo no son las relaciones de tipo horizontal. Son las verticales. “Ten confianza en la fortaleza de las relaciones que tienes, ya sea con una madre que se siente más como una mejor amiga o una abuela con la que puedes compartir cualquier cosa. Son relaciones significativas y enriquecedoras, incluso si se ven diferentes a la norma cultural”. Los de tu quinta te agotan. ¿Y qué? ¿Dónde está escrito que deben encantarte y ser tu preferencia?
No lo son. Y es normal, debido a la presión social, que muchas personas con apego vertical se sientan culpables de no relacionarse más con la gente de su edad. Como si hubiera algo malo en ellas. Como si no fueran “normales”. Y no solo eso: también “minimizan sus apegos familiares, racionalizando que sus seres queridos están atrapados con ellos”. Les avergüenza tener 25 años y que la persona con la que más les guste estar sean sus padres. O sus tios. O sus sobrinos. Le quitan hierro. Se esfuerzan por encajar en el molde del apego horizontal. No deberías. Al fin y al cabo, no hay socialización mala. Solo personas que merecen la pena y personas que no. Vive a tu modo.