Aunque no te guste el fútbol, quizá quieras escuchar la historia de Bojan Krkic. El exjugador del Barça se ha retirado hace poco del fútbol y ha empezado a hablar en público de los problemas de salud mental que atravesó cuando solo tenía 16 años. Su relato nos enseña lecciones valiosas sobre cómo la sociedad percibe problemas como la ansiedad o la depresión y también sobre qué entendemos por éxito y lo importante que es aceptar nuestra sensibilidad.
En 2007, Bojan, que tiene ahora 33 años, parecía estar cumpliendo el sueño de cualquier niño. Se convirtió en el jugador más joven en debutar con el Barcelona: solo con 16 años firmaba su contrato con el primer equipo. Pero a su corta edad, tuvo que soportar la presión mediática de ser la “salvación” de un equipo al que no le estaba yendo bien. En esa época, el Barça no estaba viviendo su mejor momento y muchos medios empezaron a ver al pequeño Bojan como el milagro que los sacaría del bache. Además de estas expectativas, Bojan empezó a compartir vestuario con futbolistas mucho más mayores que él e hipercompetitivos.
Este cóctel explosivo provocó que el joven jugador empezara a tener ataques de ansiedad y de pánico, problemas de salud mental de los que hasta ahora no había hablado en público. ¿Qué nos dice esto de nuestra sociedad? Aunque ahora hablemos más de salud mental, muchas personas todavía perciben estos trastornos como una señal de debilidad. Algo que Bojan se ha atrevido a redefinir. Al futbolista muchas veces lo han llamado “sensible” como si fuese algo peyorativo, pero él ha defendido en muchas entrevistas que ser sensible no es malo. “Nunca he dejado de ser sensible, es una virtud”, le decía a La Vanguardia.
Redefinir la concepción del éxito
Bojan tuvo que tomar medicación para su ansiedad y trabajar muchas cuestiones que le atenazaban. Él define su ansiedad de esta forma en una entrevista en La Vanguardia: “Supongo que es el cúmulo de muchas situaciones que vamos viviendo, que acumulas pero no interiorizas, y que a veces no le damos demasiada importancia, algún día sale por algún lado”. A día de hoy, explica que ya no tiene ataques de pánico y ha podido superar sus problemas con la ansiedad.
Lo que nos hace preguntarnos qué es el éxito para nuestra sociedad y qué significa realmente. El exfutbolista acaba de estrenar un documental que explica esta historia llamado ”Más allá de la sonrisa”, es coordinador del área de fútbol para ayudar a las generaciones más jóvenes con sus aprendizajes y ha tenido una carrera futbolística que le ha llevado a vivir en diferentes países como Japón, Canadá o Reino Unido. ¿Acaso eso no es ser exitoso? ¿Por qué solo encumbramos a personas que no nos aportan nada como sociedad? Quizá si nos permitimos entender el éxito como otra cosa, con vivir alineados con nuestros valores y nuestras emociones, también seremos más felices.