La técnica del polo opuesto te saca de tus bloqueos mentales

¿No te funciona esforzarte tanto? Déjalo estar para ver qué pasa

La técnica del polo opuesto es muy sencilla: si después de intentar algo cientos de veces sigues sin obtener los resultados esperados, cambias el chip y pruebas el enfoque totalmente contrario. A veces funciona. Otras veces no. Pero no pierdes absolutamente nada por intentarlo. Por ejemplo, y como explica el profesor de psicología Jeffrey Nevid, de la Universidad St. John de Nueva York, en una situación de ansiedad sueles intentar calmarte mediante ejercicios de relajación rollo meditación. Te enfrentas a tus pensamientos y emociones. No obstante, y si no surte efecto, puedes intentar “distraerte para crear distancia con tus pensamientos o sentimientos perturbadores”. Alejarte de todo.

Lo mismo ocurre con el aburrimiento. Por lo general, intentas combatirlo haciendo la mayor cantidad de cosas posibles o, al menos, esas que te resultan particularmente estimulantes. ¿Pero no te ocurre que ciertos días nada de lo que pruebas funciona y sigues sintiendo un hastío de fondo insoportable? Nevid te recomienda aplicar la técnica del polo opuesto que, en este caso, pasa por no hacer absolutamente nada. Y no te sorprendas: bajarte de la vorágine de actividades de ocio es una manera de resetear tu sistema dopamínico de recompensa y conseguir que luego las cosas te resulten más emocionantes. En ocasiones la solución más contraintuitiva es la más adecuada.

Y si no que se lo digan a tu felicidad. En palabras de este experto, “no podemos hacernos felices como tampoco podemos obligarnos a dormir” y, de hecho, “esforzarse demasiado para ser feliz hace que la felicidad sea aún más difícil de lograr, del mismo modo que tratar de obligarse a dormir puede llevar a dar vueltas y vueltas toda la noche”. La próxima vez que estés en vela a horas en las que te gustaría estar de sueño en sueño levántate, tómate algo calentito y lee un poquito. O charla con alguien. O camina un ratito por el barrio si es seguro. No te quedes en la cama desesperadx. La próxima vez que quieras ser feliz déjalo estar. Fluye con las situaciones.

Por último, Nevid habla de otra circunstancia en la cual suele ser bueno aplicar la técnica del polo opuesto: cuando sientes que no tienes el control de las cosas y te mueres por recuperarlo. Ya sabes lo que pasa si te esfuerzas mucho por tenerlo todo bajo control, ¿no? Solo trae una cantidad ingente de estrés y conflictos. En su lugar, recomienda, “renuncia al control y acepta una actitud de que pase lo que tenga que pasar”, lo cual “puede aliviar la presión y ponerte en un estado mental más receptivo”. Si el más, más y más no da resultados, experimenta con el menos, menos y menos para ver qué tal. Quizás te sorprendas de lo que consigues.