Así es como la hiperresponsabilidad puede acabar con tu salud mental

El sentimiento de hiperresponsabilidad te machaca emocionalmente y te conduce a problemas de salud mental e incluso física.

Uno de los conceptos de moda en el ámbito de las relaciones sentimentales en estos últimos años es el de la responsabilidad emocional. Consiste básicamente en hacerte cargo del impacto que tiene en la otra persona cuanto dices y haces, así como cuanto dejas de decir o dejas de hacer. En otras palabras, se trata de ser muy consciente de la influencia que tienes en el estado emocional de tu pareja y utilizar ese poder con empatía y sabiduría. Pero, como toda actitud positiva, la responsabilidad puede convertirse en un problema para ti cuando la llevas al límite. Es lo que los expertos conocen como hiperresponsabilidad.

Angustia que se convierte en dolor

"¿Eres hipersensible a los sentimientos y necesidades de otras personas, incluso más que a los tuyos? ¿Te sientes responsable de los demás incluso aunque no te lo pidan? Si estas descripciones tocan una fibra sensible en ti, es posible que seas propenso a la culpa", explica en una publicación para Psychology Today la investigadora Tania Luna. Síndrome de hiperresponsabilidad, culpa tóxica, responsabilidad falsa, responsabilidad inflada o responsabilidad compulsiva son solo algunos de sus nombres. En cualquier caso, una condición que "puede provocar angustia emocional e incluso problemas físicos de espalda".

Y no esperes que el mundo te ayude a combatirlo. Al fin y al cabo, y como asegura esta especialista, algunas investigaciones recientes muestran que las personas hiperresponsables son mejores leyendo las emociones de las personas, son más empáticas y abiertas a las perspectivas de los demás, tienen más probabilidades de ayudar a los necesitados, son más agradables y dignas de confianza y tienden a esforzarse más en su trabajo que el resto. Que seas hiperresponsable es un chollo para los demás. La única persona que sale perdiendo en esta partida eres tú. Y resulta bastante difícil desprenderse de ello.

Cambia la mentalidad para sanar

El motivo, según Luna, es que la hiperresponsabilidad se refuerza a sí misma. En concreto, dice, "la obsesión de culpa conduce a la compulsión de asumir la responsabilidad, que a su vez alivia la culpa, que a su vez refuerza la creencia de que asumir la responsabilidad hace que esos malos sentimientos desaparezcan". A eso tienes que sumar el hecho de que el resto del mundo, incluidas las personas que quieres, se alegran y te recompensan por tu comportamiento responsable. Casi siempre desde la ignorancia, fortalecen tu sentimiento de que has de hacerte cargo de todo para sentirte bien. Pero ese no es el camino.

En su lugar, Luna propone una alternativa más saludable: cambiar tu mentalidad. Porque esa tendencia a las culpa contiene un doble mensaje. Por un lado, que los demás merecen más cuidado que tú, creencia que tienes que modificar ahora mismo. Y, por otro lado, que los demás no son capaces de cuidarse a sí mismxs. En palabras de la propia experta, debes "desafiar esa mentalidad respetando la fuerza y la capacidad que reside en los demás, y reconocer cómo sus acciones podrían socavar su potencial para aprender y crecer". Al final, y como en casi todo en esta vida, la clave se encuentra en el punto medio.