No importa el número de veces que leas en un artículo o escuches a alguien desgranar la explicación científica del déjá vu: la experiencia continúa siendo escandalosamente desconcertante. Un instante en el que percibes el universo como un bucle y en el que tu perspectiva más elemental de la existencia se ve enrarecida. Es como si estuvieras en una película. Pero el cerebro tiene más eventos anómalos con los que dejarte rayadx unos minutos. O incluso unas horas. Como el recientemente apodado déjá rêve, el cual tiene lugar cuando revives una situación muy concreta que en realidad nunca viviste como tal sino que experimentaste en sueños. ¿Te ha ocurrido alguna vez?
Quizá sí pero no hayas conseguido identificarlo del todo. Al fin y al cabo, hay muy poquita información científica acerca de este fenómeno en estos momentos. Entre ella, los resultados de una investigación llevada a cabo por un equipo de científicxs francesxs con personas que padecen epilepsia. No porque estas personas experimenten el déjá rêve de una manera diferente a los demás sino porque, como apuntan desde El Confidencial, lo experimentan con mucha mayor frecuencia. Hasta tal punto que “puede llegar a convertirse en un componente de su vida diaria, llegando a experimentarlo a menudo durante las convulsiones”. Conocen el déjá rêve mejor que nadie en el mundo.
Como un sueño que se repite: así funciona el déjá rêve
¿Sus características? “En general, los pacientes eran capaces de decir que las imágenes que les vienen a la mente en esos momentos provienen de sueños experimentados dos o tres días antes del fenómeno”. A partir de ahí, algunxs de los encuestadxs aseguraban vivir la experiencia como una reminiscencia muy sutil en la que no se comprendían muy bien los detalles. Algo muy parecido a lo que ocurre durante el clásico déjà vú, cuando la situación te suena mucho a otra situación pero no sabes realmente por qué. Les evoca algún sueño, pero no consiguen acceder a él de lleno. Como reza el paper del estudio, “se encuentran como en un sueño con un contenido mental indefinido”.
Otrxs pacientes, sin embargo, vivían la experiencia de un modo mucho más nítido y podían relatar elementos narrativos de los sueños que revivían con una altísima precisión. En lugar de un sentimiento de familiaridad, de una sensación vaga de conocimiento, sentían como buena parte del sueño pasado se reproducía nuevamente en sus mentes, lo cual puede ser menos o más terrorífico dependiendo del tipo de sueño en concreto. En cualquier caso, y aunque existan diferentes variedades de déjá rêve y quede mucho por investigar aún, está claro que el fenómeno es muy real y que son muchas las personas que lo han vivido sin poder explicarlo ni ponerle nombre.