Esa gente que va de maravillosa cuando en realidad son mediocres tienen un nombre

Reconocer que tienes debilidades acelera tu autocrítica y, a veces, es necesario exagerar nuestras fortalezas. Eso sí, nunca en exceso

Te miras y sientes que tienes muchos fallos. No solo hablamos de los físicos, sino que realmente sientes que tienes heridas y errores dentro de tu personalidad. Este machaque continuo que te haces te está alejando de esa persona en la que quieres convertirte. Culpabilizarte o criticarte con dureza cuando algo no sale como te gustaría hará que empieces a tener sentimientos más cercanos a la inseguridad, al miedo o a la vergüenza, sobre todo, en la soledad y en la intimidad. Es por ello que muchas veces cuando tenemos que describirnos a nosotrxs mismxs frente a otras personas resaltamos esas fortalezas y esas virtudes que luego olvidamos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

El mundo te envía señales, no las ignores Fotos de @werenotreallystrangers Textos @codigonuevo

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Esa manía por la que tendemos a exagerar las virtudes propias tiene un nombre: el efecto Lago Wobegon. Aunque de primeras puede parecer un signo de soberbia y de falta de humildad, en ciertas ocasiones, puede ayudarte. En un artículo de Psicología y Mente explican que "sobrestimar las capacidades propias en comparación con la de los demás es una tendencia que existe en prácticamente todos los seres humanos". De hecho, el efecto tiene este nombre en relación a una ciudad ficticia creada por el autor Garrison Keillor. En esta ciudad prototípica todos los hombres son guapos, todas las mujeres son fuertes y todos los niños están por encima de la media.

El Lago Wobegon es un efecto en el cual se tiende a exagerar las facultades y las capacidades. Es por ello que todo lo malo que ocurre se atribuye a un infortunio o a una especie de conspiración que el planeta tiene en tu contra. Ahora bien, actuar continuamente bajo este efecto no es la mejor de las elecciones, ya que puede ser un comportamiento que no será bien recibido entre las personas de tu entorno. Por eso mismo lo más efectivo es aplicar esta forma de actuar de vez en cuando si es posible. "Si se da dentro de unos límites más o menos saludables, puede ser un factor de protección de la autoestima y para evitar que se den psicopatologías", detallan desde Psicología y Mente.

El problema con este efecto es que pensar que la mala suerte o que la jefa nos tiene entre ceja y ceja es el único motivo de que no nos vaya bien, es una forma de autoengaño. En lugar de poner en práctica la autocrítica constructiva que nos lleva a aprender pensar por ejemplo: 'mejoraré la próxima vez, me esforzaré más' se opta por creer y pensar que la culpa de las desgracias viene de parte de terceros y que nosotrxs no tenemos ninguna responsabilidad. Algo que no solo es insano sino que no es cierto en la mayoría de los casos.

En el fondo, esta forma de actuar tiene relación con la forma de ser de cada unx. Por ejemplo: si eres poco honestx con los demás también lo serás contigo mismx. Otro síntoma es el autoengaño: actuar así puede demostrar que eres vanidosx, lo cual te lleva a exagerar tus fortalezas frente a los demás. Si esto se lleva a un extremo, este tipo de personas serán completamente incapaces de ver sus errores, lo cual puede convertirse en un problema a nivel social.

Paradójicamente quienes se comportan de esta manera son aquellas personas que saben que no poseen capacidades por encima de la media. Esto ya lo había explicado a su manera el filósofo Nietzsche, él hablaba de que cierta parte de la población era ignorante y, sin embargo, se vanagloriaban de sus experiencias y conocimientos. Lo mismo sucede, en su medida, al contrario: personas que tienen valores y un gran potencial tienden a infravalorar sus fortalezas y virtudes, mostrándose más inseguras frente a los demás. Es lo que se conoce, como dicen los expertos, como una conducta de auto-sabotaje.

En definitiva, hay que conseguir llegar a un punto medio. No debes infravalorar tus capacidades, debes tener la fortaleza de reclamar lo que te mereces y de demostrar tu potencial con humildad. A la vez debes no pecar de soberbia y debes saber que si algo no va bien, seguramente parte de la responsabilidad sea tuya. Ser autocríticx es beneficioso, te dará la oportunidad de adquirir una perspectiva objetiva sobre tu manera de actuar y, por tanto, también de tus relaciones con los demás. Eso sí, venderte como si fueras lo más siempre no es una opción si quieres salir del bucle que genera el Lago Wobegon.