En un mundo tan caótico, cambiante y lleno de obstáculos, tu nivel de resiliencia marca una gran diferencia no solo en tu capacidad de pasar por encima de los problemas, sino también en tus posibilidades de salir fortalecidx de ellos. En este sentido, la psicóloga Corney Warren, de la Universidad de Harvard, señala una serie de frases como herramientas claves de dicha resiliencia, la primera de las cuales es el clásico “puedo superar esto”. Como dicen desde Trendencias, medio que se hace eco de las observaciones de Warren, “no se trata de que nos convenzamos de que no vamos a sufrir, sino de pensar que aunque duela, lo superaremos”. Porque verdaderamente será así.
Otra muy importante es la de “no voy a permitirme ser una víctima”. Porque las personas resilientes rechazan convertir sus dramas en parte definitoria de su identidad. No son lo malo que les pasa. Son lo bueno que sacan de ello. De ahí que en lugar de preguntarse “por qué me pasa esto a mí” suelan preguntarse “qué puedo aprender de esto”. Del mismo modo, siempre tienen a mano la frase “esto también pasará” gracias a las cuales interiorizan que incluso los malos momentos terminarán en algún momento. Algo que tiene un impacto tremendo en el estado de ánimo y en la predisposición a actuar para mejorar las cosas. La esperanza lo cambia todo. Aunque sea muy pequeña.
También el tiempo. Según escriben desde el citado medio, “no pienses que las personas resilientes no pasan por la tristeza: todos tenemos derecho a estar tristes, pero estas personas se toman tiempo para que las cosas malas no les incapaciten”. No intentan dejar atrás el malestar a toda prisa. No tratan de distraerse para ignorar las punzadas de dolor. No. Por el contrario, entienden que cada emoción requiere espacio y le abren la puerta para que entre, lo inunde todo y vaya desapareciendo progresivamente. Esto lo combinan, siempre según Warren, con otra frase muy potente: “es lo que es”, a través de la cual se obligan a no negar la realidad. Eso nunca trae nada bueno.
Por último, hay otras dos frases generalmente presentes en el arsenal de las personas resilientes. Por un lado, aquella de “la vida es dura”, con la cual evitan romantizar la vida y existir bajo la ingenua expectativa de que todo debe ir siempre bien. Es absurdo. Y solo conduce a ostias de cuidado contra la realidad. Por otro lado, “voy a dejar pasar esto”, una frase que les impulsa a renunciar a aquello que no les hace bien. Porque “es difícil cerrar un ciclo, pero permanecer en un sitio que no no nos hace bien, lo es más”. Si aspiras a ser una persona resiliente, capaz de afrontarlo todo, debes tener la valentía para tomar decisiones complicadas. Y la tienes. Solo debes sacarla a la luz.