¿Cuántos mensajes optimistas has visto estos días por Instagram o Twitter? ¿Cuántos mensajes que ponían frases como 'si puedes soñarlo, puedes hacerlo' u otros como 'si piensas que todo saldrá bien, todo saldrá bien'? A ver, no estamos en contra de tener un pensamiento optimista. Es más, es necesario tenerlo en estos momentos de crisis. Lo que no es cierto es que si piensas que todo saldrá bien, todo saldrá bien y ya está. Esta frase tiene su base en la famosa ley de la atracción. Esta ley es la creencia de que el universo crea y proporciona aquello en lo que los pensamientos se centran en focalizar. Se explica que es una ley universal mediante la cual cada persona 'atrae lo que es'. Su primera fundamentación apareció en el libro llamado El secreto escrito por Rohnda Byrne.
Hay quienes creen ciegamente en ella y cuestionar su validez es cercano a una catástrofe y hay quienes la observan con escepticismo absoluto y no creen que tenga valor. Esta ley explica que si tienes un comportamiento optimista, los resultados serán siempre buenos. Sería una maravilla que la fórmula para alcanzar nuestros deseos u objetivos se basaran en tener un pensamiento concreto y repetirlo cada día. Pero no existe tal ley y en Psychology Today dan una lista de puntos que lo explican.
Sin acción
El libro explica que para que suceda lo que deseamos tenemos que pensar y vivir como si el objetivo que queremos ya se hubiera logrado. Si no lo haces así estarás mostrando que tienes dudas en que ese deseo se puede hacer realidad. Pero en esta fórmula no hay acción, es decir, no hay trabajo, no hay metas que ir superando, no hay constancia. El quid de la cuestión está en vivir y pensar de esta forma específica y, lo sentimos, pero los pensamientos no son tan fuertes, hace falta algo más para alcanzar nuestros deseos.
Sin plan
Si la mejor manera para lograr mis objetivos es vivir como si ya los hubiera logrado, parece que no hay más planes. Si haces otros planes, piensas diferente o enfocas tu pensamiento en nuevas metas, estarás mostrando 'al universo' que dudas de tu capacidad. La duda, como explica el libro, es mala. Por tanto si aparece un atisbo de duda ya nada saldrá como deseas. Desde Psychology Today explican que esta forma de pensar puede dar como resultado una mayor satisfacción a corto plazo pero menos motivación.
No hay fecha
En esta forma de pensar no hay plazos. Pedir una fecha ya es mucho. La autora del libro lo explica así: "no se necesita tiempo para que el universo manifieste lo que quieres". Si bien fijar plazos para alcanzar ciertas metas es muy bueno para las personas porque les da una forma de organizarse y unos pasos a seguir, para quienes creen en la ley de la atracción, no. Todo está en manos de algo que no podemos controlar.
Desafíos, no
Los desafíos son considerados como pensamientos malos así que deben evitarse. Además, cuando supuestamente logres el objetivo solo a base de enfocar tu pensamiento en ello ya no habrá desafíos. Proponernos desafíos propios es casi necesario para nuestra existencia porque es una forma de mejorar no solo personalmente sino también dentro de nuestra profesión. De hecho, es beneficioso. Pero si creemos en la ley de la atracción no hay espacio para estos desafíos.
Responsabilidad absoluta
Como explica el libro El secreto, la positividad solo y siempre puede atraer más positividad. Quienes practican la ley de la atracción son completamente responsables de cualquier objetivo que no se haya logrado, sin importar el nivel de realidad que tenga dicho objetivo. Así que con esta ley no solo tenemos que controlar nuestros pensamientos y acciones sino también los de las personas que nos rodean e incluso el azar de la naturaleza. Esto es imposible.
Culpa a la víctima
La ley de la atracción dice que la única razón por la que algo malo podría suceder es porque pensamos mal. Si alguien nos choca con su coche por detrás es 100% nuestra culpa. Si tenemos alguna enfermedad también es 100% nuestra culpa, da igual la genética o el contagio. Si alguien abusa de nosotrxs, nos roba o nos pega es 100% nuestra culpa. Absolutamente todas las personas a las que les pasó algo horrible en este mundo han tenido la culpa. No hace falta decir que es absurdo pensar de esta manera, sin embargo esta es una de las premisas básicas de la ley de la atracción.
No somos perfectos
Las personas no somos perfectas y, sin embargo, esta ley asegura ser perfecta. Dice que ningún objetivo es demasiado grande si es posible de pensarse e imaginarse, no hay objetivos poco realistas para esta ley. Explican que solo con pensar en que podemos ser perfectos conseguiremos serlo pero no existe tal persona. No hay nadie así.
Placebo
Los placebos son sustancias que no hacen nada a las que se les ha atribuido un efecto positivo. Si crees que te irá bien tomando X cosa, aunque no tenga ninguna eficacia, probablemente sentirás una mejoría. La mente es muy poderosa. Es capaz, por ejemplo, de hacer que nuestra frecuencia cardíaca aumente solo a través de la visualización. Por eso quienes creen fervientemente en esta ley quizás vivan tranquilos con ella y crean que tiene sus resultados. Pero la realidad es diferente. Ahora bien, para poder entender que nada de lo que explica tiene verdad hay que tener la mente abierta.