Tu personalidad es un compendio único de rasgos. Y evidentemente hay algunos que te gustan más que otros: son los que tratas de transmitir a los demás, esos por los que quieres ser reconocido y aquellos a partir de los cuales construyes tu autoconcepto positivo. Pero hay bastante más en ti. Además de esas características tan agradables y atractivas, tu personalidad carga con “partes reprimidas de ti mismo, partes que te resultan desagradables y que no toleras reconocer”. Es lo que el famoso maestro del psicoanálisis Carl Jung llamaba “la sombra”. Y, muy a tu pesar, tanto él como lxs psicólogxs modernxs creen que no deberías darle la espalda a la tuya. Todo lo contrario: deberías ir en su búsqueda.
En concreto, afirma la experta Tchiki Davis en una publicación para Psychology Today, el trabajo de sombra permite que lo bueno y lo malo de tu personalidad se reconcilien y puedas así ser un ser verdaderamente completo. Además, es una práctica que aumenta significativamente tu autoconocimiento, incrementa tu seguridad al reducir la ansiedad a que tus oscuridades sean percibidas por el resto y, en consecuencia de todo ello, te brinda mejores relaciones sociales. En palabras de Davis, cuando no trabajas tu sombra corres el riesgo de proyectarla sobre otras personas, dañando tus relaciones en el proceso. Ahora bien: ¿cómo realizar adecuadamente ese trabajo de sombra tan importante?
Según esta autora, existe un marco de actuación simple que puede ayudarte muchísimo y que comienza con el reconocimiento consciente de tus aspectos más oscuros. Para ello debes observarte sin juicios tanto como puedas. Cuando estás a solas, sí, pero también cuando estás con otras personas. “Una vez que puedas reconocer esos patrones, intenta retroceder e identificar lo que realmente está sucediendo o qué tipo de cosas resaltan estas partes de ti”. Contempla la proyección de esas oscuridades en tus emociones, en lo que dices y en lo que haces. Es su influencia. Debes captarla para conocer su alcance en tu comportamiento y en tu vida.
Ahora que la has visto, te toca una de las partes más difíciles: tratar de descubrir de dónde podrían provenir dichas sombras. ¿Por qué te sientes rechazadx tan a menudo? ¿De dónde surge esa envidia profunda? ¿Qué hace que en determinados contextos te comportes como unx verdaderx tiranx? Toca indagar. Excarvar en tu pasado. Davis dice que en estos puntos podría ayudarte un ser querido. Al fin y al cabo, puede ver mejor que tú algunos aspectos turbios de tu personalidad. Solo asegúrate de que confías en él o en ella. Por último, el gran reto: aceptar tu sombra tal como es en lugar de negarla como unx descosidx. Es desde esa aceptación desde donde podrás iniciar el cambio.