Cómo saber si eres una persona obsesionada con el éxito

Si anhelas más triunfar que ser mediocremente feliz, necesitas hacer un alto en el camino y reformular tus pensamientos

Piensa en la información a la que has estado expuestx hoy. Las imágenes de celebrities en las marquesinas del autobús y del metro anunciando algún perfume, las noticias acerca del cantante de turno y las conversaciones en torno al éxito de streamers como Ibai. Es el pan de cada día: la sociedad pone a todas esas personas exitosas en el centro de atención. Siempre. Todo el rato. Y poco a poco, desde muy pequeñx, la cantinela ha ido calando en tu interior hasta conquistarte. Hoy es muy probable que anheles triunfar en la vida. No lo puedes negar. 

Porque le pasa a muchísima gente. Como cuenta en una publicación para Psychology Today el especialista en liderazgo Arthur C. Brooks, el pensamiento habitual es el siguiente: "cualquiera puede hacer las cosas que se necesitan para ser feliz: tomarse unas vacaciones, pasar tiempo con amigxs y familiares, pero no todos pueden lograr grandes cosas". Una obsesión permanente con la grandilocuencia, la fama y la pasta. Triunfar como influencer. Ganar el Premio Planeta. Llegar a ser directivx. A casi nadie le basta con una vida mediocre.

Pregúntate: "¿Quién eres realmente?"

Y es verdaderamente triste. En palabras de Brooks, y usando la historia de una mujer financiera obsesionada con su trabajo como ejemplo, "su problema era que la persona especial que ella había creado era menos que una persona completa: se había cambiado a sí misma por un símbolo de sí misma". Un comportamiento común en una sociedad obsesionada con el éxito. Y aunque no le traía felicidad, como no se la trae a absolutamente nadie, "estaba demasiada apegada a su éxito mundano para hacer los cambios que podrían traerle felicidad".

O dicho con otras palabras: era adicta al éxito. Una esclava. Una esclava de sus logros. Una vez conseguidos, "las recompensas dan paso al miedo a quedarse atrás como impulso para seguir corriendo. Muy pronto, el trabajo desplaza las relaciones y las actividades externas. Con poco más, el trabajo es todo lo que le queda al adicto al trabajo, lo que refuerza el ciclo". Te conviertes en lo que la sociedad quería desde un principio: un ser ultraproductivo que genera riqueza para todxs. Eso sí, a costa de la paz mental, la armonía y la alegría en la vida.

Confía en tu instinto

Pero no pienses que estás lejísimos de esa situación solo porque estás comenzando tu carrera y el éxito aún esté por venir. El quid de la cuestión son tus objetivos. Estén cerca o lejos. Si solo fantaseas con triunfar, si alguna parte de tu mente susurra eso que dice Brooks de "tal vez preferiría ser especial que ser feliz", tienes que reformular tus pensamientos para "escapar de esas tiranías para poder dar el salto a un nuevo éxito". Uno más humano. Más mediocre. Menos glorioso. Menos memorable. El éxito de llevar una vida tranquila y feliz. El verdadero triunfo.