Muchísimas de las películas que han conformado tu infancia siguen un mismo patrón: el llamado viaje del héroe. Desde tu querido Harry Potter a Batman y pasando por El rey león, El señor de los anillos o Matrix. Aunque no lo inventó el cine. Tal como identificó en el año 1940 el investigador de mitología comparada Joseph Campbell, esta estructura narrativa ya estaba presente en la literatura con cuentos como El patito feo y novelas como La odisea. Ahora, y bajo la premisa de que ver tu propia historia personal como el viaje del héroe aumenta el significado de tu vida, un equipo de psicólogos quiere que apliques este mismo patrón de relato a tu existencia.
El primer paso, cuentan desde la BBC basándose en las conclusiones de los investigadores estadounidenses Kurt Gray y Benjamin Rogers, es percibirte como el protagonista principal. A partir de ahí, deben darse dos ingredientes más. Por un lado, un cambio de circunstancia en tu vida importante. Un fracaso sentimental. Un cambio de carrera profesional. Un problema de salud. Alguna de esas situaciones desagradables que ponen a prueba tu entereza y capacidad de crecimiento. Una crisis, vaya. Y por otro lado, la búsqueda de una solución a esa crisis. Por el camino, y este sería el cuarto paso, debes contar con una serie de aliados estratégicos. Son fundamentales.
Harry no era nada sin Hermione y Ron, Simba no era nada sin Timón y Pumba y Frodo no era nada sin Sam o Gandalf. Tú eres el protagonista de tu relato, sí, pero eso no significa que estés solx ni que quienes te rodeen no sean importantes. El arquetípico viaje del héroe está lleno de amistad y de amor. Gracias a esta compañía, afrontas tu desafío vital con mejores armas y con mayor determinación, lo que representa el paso número cinco, y te permite alcanzar el paso número seis: la transformación personal. Has superado la crisis y ahora eres una persona más profunda y más competente, pero también has cambiado tu entorno. Es tu legado. El séptimo y último paso.
Esta estructura se da en infinidad de relatos. Y puede parecer una tontería interiorizar tu propia vida desde esta perspectiva pero, según estos científicos, y tras analizar las historias de vida de más de 1.200 personas en Estados Unidos, “descubrimos que las personas que tenían más elementos del viaje del héroe en sus historias de vida reportaron más significado, más prosperidad y menos depresión”. De algún modo, esta autopercepción heroica resulta tan motivante que hace que seas más creativx a la hora de hallar mecanismos para superar tus crisis. Ah, y te aporta un optimismo de la ostia. Al fin y al cabo, el héroe siempre termina triunfando y satisfecho.