¿No estás llevando la vida que siempre quisiste llevar? Para la autora Kristen Lee, especializada en bienestar individual, una de las razones principales podría ser la falta de riesgos. Como explica en un artículo para Psychology Today, “los riesgos pueden vigorizar un proceso de cambio de comportamiento que promulgue una mayor conectividad y compromiso con la vida”. Además de proporcionarte nuevas recompensas. No obstante, correr riesgos da miedo, porque también puedes perder recompensas que ya tenías en tu poder. De ahí que esta experta recomiende comenzar con los menos osados, aquellos que te generen poca ansiedad. Serán tu entrenamiento para una vida más valiente.
Como ir un poquito a contracorriente. Es verdad que llevar la contraria o salirte de la norma puede comprometer tu posición en un grupo, pero la realidad es que ser originalmente tú te aportará más ventajas que desventajas. En palabras de Lee, “cuestiona la autoridad, plantea inquietudes y resiste la tentación de conformarte”. Eso sí, en el momento que descubras que te has equivocado, sea de la manera que sea y en el contexto que sea, admítelo. Es un mini riesgo que te cuesta mucho afrontar. A todas las personas en general. Pero desactivar esa resistencia a admitir un fracaso te hará más libre, más feliz y más humilde. La gente se sentirá mucho más cómoda a tu lado.
Prueba cosas nuevas
También podrías arriesgarte a ser más creativx. Tanto en tu vida profesional como en tu vida personal. Abandonar la senda de lo conocido y lo cómodo para probar cosas nuevas. “Ir más allá de los límites de lo que sabemos puede ayudar a expandir el repertorio de cosas que disfrutamos”, además de enriquecerte internamente y enriquecer a los demás si lo compartes. Y hablando de los demás: vuelve a conectar con alguien con quien perdiste el contacto pero que te importa. Nunca es tarde. Que el miedo al rechazo no te frene. Y lo mismo para crear nuevas conexiones: hacer nuevos amigos a estas alturas es un mini riesgo que puede protegerte de los males de la soledad.
Pero el valor de las relaciones humanas no se mide por la cantidad sino por la profundidad. En ese sentido, Lee aconseja perder el miedo a mostrarse vulnerable y “relevar más de ti mismx en tus conversaciones y en tus relaciones”. De esa manera conseguirás conectar de verdad con la gente que hay a tu alrededor. Por último, la especialista quiere que corras dos mini riesgos importantísimos más. Por un lado, confrontar para establecer límites y defender tus necesidades. Por otro lado, pedir ayuda cuando la necesitas. Aunque esto último te provoque preocupación, “muchxs de nosotros hallamos más consuelo en dar que recibir”. Estarán felices de ayudarte.