4 técnicas para saber si puedes confiar en la persona con la que estás saliendo

La confianza es complicada de obtener y, sin embargo, muy fácil de romper, ¿cómo puedes saber si te fías demasiado o no hay nada que te de buen presentimiento?

Te ha engañado con otra persona. Eso es lo que ha ocurrido. Después de cinco años de confianza ciega, te das cuenta que lleva meses encontrándose a escondidas con alguien. Nunca sospechaste, jamás te lo preguntaste, confiabas plenamente. Y ahora muchas dudas te caen encima: ¿cómo volver a confiar?, ¿cómo volver a querer?... Muchas personas no son realistas sobre la confianzaAsumen lo peor y desconfían o tienden a confiar a ciegas sin plantearse nada. Las personas del primer grupo levantan muros y mantienen a los demás a distancia. El segundo grupo afirma con orgullo confiar en alguien hasta que tenga razones para no hacerlo.

En la actualidad, cuando conocemos a alguien por primera vez, no sabemos nada sobre su integridad o su forma de ser, excepto lo que nos dicen sobre sí mismosLa fiabilidad se demuestra con el tiempo mediante acciones, no solo con palabras. Es más, para que una persona sea de confianza tiene que existir una congruencia entre sus palabras y sus acciones. El problema aparece cuando, sin conocer de nada a la persona, confías plenamente o desconfías sin pensártelo. Está claro que, en este caso, el problema podrías tenerlo tú. Así que ¿cómo podrías saber si confiar o no? Desde Psychology Today Psychology Today  de una serie de puntos que puedes plantearte al conocer a alguien.

Habla con honestidad

La comunicación abierta y honesta es una de las principales bases para generar confianza y crear buenas relaciones. Para que esta comunicación exista es necesario que la persona sea firme sobre lo que quiere y lo que necesita y que, por tanto, exprese abiertamente sus sentimientos, incluyendo lo que no le gusta. Del mismo modo, cuando ocultas tus sentimientos negativos, corres el riesgo de que estos se manifiesten de manera indirecta en la manera de actuar: llegando tarde, olvidándote de detalles o siendo infiel en una relación con un acuerdo de fidelidad. Si tus palabras y acciones no coinciden, aparecerá la desconfianza.

Límites

Los límites muchas veces son importantes porque crean una sensación de seguridad. Al conocer a alguien, es casi imprescindible hablar sobre los límites, la privacidad y la intimidad. Sobre todo poner sobre la mesa en qué circunstancias se siente comodidadEs posible que los límites giren alrededor del espacio personal o de las conversaciones a través del móvil algo que es de interés propio y de nadie más. Si estos límites se violan o no se respetan, pueden generar también que no se consiga confiar

Cumplir lo que dices

Cosas simples, como hacer lo que dices que harás, llegar a tiempo y recordar las fechas, pueden generar confianza. Romper las promesas, incluso las pequeñas, crea desilusión. Y no solo eso: comportándote de esta manera también dejas entrever que te importan poco los sentimientos o necesidades de la otra persona. 

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Entender los cambios

A medida que conoces a alguien, construyes una idea en tu mente sobre quién es. Si él o ella comienza a comportarse de manera impredecibles o de una manera inconsistente con lo que se habéis acordado, aparecerá la desconfianza. Ahora bien, hay que tener en cuenta si esa persona está pasando por una situación complicada o de cambio. En ese contexto habría que tener una conversación abierta y honesto antes de que aparezcan las dudas.

Aprender a confiar, a veces, no tiene tanta relación con la otra persona sino también de aprender a confiar en tus propias percepciones y prestar atención a tu intuición. Cuando estés con alguien, intenta escuchar a la otra persona y también a ti, para ver qué sensaciones te genera. Si empiezas a desconfiar sin ninguna demostración de nada, es posible que estés yendo por el lado equivocado. No te precipites y ve observando cómo evoluciona la relación que tengas.