4 remedios contra la sensación de no pertenecer a ningún sitio

No es una respuesta a un rechazo real por parte de lxs demás. Es un eco del abandono emocional en tu niñez

Siempre has tenido ese sentimiento clavado en el alma. Uno que te dice que ese no es tu lugar. Ni aquel otro. Ni aquel otro que parecía que sí. Uno que hace que te sientas siempre en los márgenes de los diferentes grupos en los que participas. Nunca en el centro. Nunca importante. Y no estás solx: según cuenta la doctora en psicología Jonice Webb, “sentir que no perteneces es un atributo fundamental de alguien que se crió con negligencia emocional infantil” y desgraciadamente le pasa a mucha gente. Creciste sintiendo que no eras relevante para nadie y que tenías que ganarte la confianza de lxs demás amoldándote a sus expectativas y deseos. Y eso es un lastre en tu edad adulta.

Pero puedes combatirlo. En primer lugar, escribe la propia Webb, atendiendo a ese sentimiento en lugar de intentar empujarlo a los confines de tu mente. “Empieza a darte cuenta cuando lo notes. Observa cómo se siente en tu cuerpo y qué pensamientos tienes sobre ti cuando surge. Cuando puedes notarlo e identificarlo puedes hacer algo al respecto”. No es tu enemigo. Es solo el mecanismo que desarrolló tu cerebro para adaptarse a una infancia sin adultos responsables que te hicieran sentir parte de la tribu. A continuación, haz lo contrario de lo que ese feeling te dice que hagas. ¿Esconder tu opinión? Nunca más. ¿Irte de la fiesta porque sientes que no encajas? Nunca más.

Después de todo, no son acciones motivadas por la lógica o por tus deseos más profundos. Son comportamientos que surgen del miedo y del rechazo. Uno que no existe. Uno que tu mente se inventa. ¿Y sabes cuál es la mejor manera de desmontar ese cuento? Hablando con la gente que te importa sobre ello. En palabras de esta doctora, “encuentra a alguien en quien puedas confiar para hablarle abiertamente sobre tu abandono emocional infantil y compartir esa sensación de estar siempre fuera”. Si te quiere, y hay muchas personas que lo hacen en tu vida, te ayudará a entender que ese sentimiento sempiterno no tiene ningún sentido y que perteneces a su mundo personal.

Por último, entrégate al autoconocimiento. Analiza tu infancia. Localiza esos momentos que evidencian que tus padres o quienes sea que estuvieran a cargo de ti en aquellos momentos no tenían en cuenta tus emociones. Ver la causa de ese sentimiento de no pertenencia podría ayudarte a verlo como una respuesta al trauma y no como una respuesta a una no pertenencia real. “El primer paso para sanar tu negligencia emocional es comenzar a darte cuenta de todos los sentimientos que tienes dentro de ti”, dice Webb. Y recuerda: hay infinidad de terapeutas con los que tratar esto. Y es lo suficientemente importante como para planteártelo. Tan importante como tú mismx.