En el universo de las parejas, de las amistades y de la familia pasan una infinidad de cosas. Eso es lo que tienen los vínculos sentimentales. No es posible estar siempre sonriendo y siempre feliz. Aparecen problemas, encontronazos y posteriores reconciliaciones. Dentro de estos vínculos el perdón es algo positivo ya que consiste en dejar atrás sentimientos como la ira o el rencor hacia una persona o hacia una situación. El perdón es una demostración de madurez y de comprensión: es una realidad que las personas nos equivocamos. Pero, ¿qué ocurre cuando lo que debemos hacer es perdonarnos a nosotrxs mismxs? Esto suele ser más complicado que perdonar a lxs demás. ¿A qué se debe esta inflexibilidad?
Es necesario entender que el autoperdón es muy importante para nuestra salud mental y que consiste en hacerse consciente del daño que hemos hecho, que estamos convencidxs de buscar una solución y a partir de ahí conseguimos eliminar sentimientos como la culpa. El proceso no es sencillo porque conlleva la tristeza de experimentar la llamada autocondenación, es decir, saber a ciencia cierta que hemos hecho algo que está mal. Para llevar a cabo este proceso hay algunas herramientas, en este caso te contamos cuatro maneras de poder perdonarte a ti mismx.
1. La reconciliación con el pasado
Uno de los primeros pasos para llegar a ese perdón propio es cambiar la forma en la que pensamos, vivimos o recordamos nuestros errores del pasado. Es normal que al tratarse de equivocaciones podamos llegar a sentir vergüenza por lo causado pero debemos comprender que, en parte, eso nos ha llevado a ser quienes somos ahora. Hay que construir un vínculo sano con esos errores, transformarlos para tener una perspectiva positiva sobre ellos. Hay que conseguir aceptar los sentimientos negativos que nos provocan nuestros propios errores para poder liberarnos de ellos.
2. Tomar responsabilidad
Es importante saber que el autoperdón no es autocompasión. La autocompasión, por ejemplo, implica una interminable flagelación, incluso podría confundirse con el deseo de sentirse mal, lo cual no nos hace llegar a ninguna conclusión positiva. Es una sensación efímera que no promueve ningún aprendizaje. Para poder perdonarnos debemos reconocer la responsabilidad en la situación que nos genera culpa. Esto se puede hacer a través de la empatía y, en la medida de lo posible, a través de la reparación del daño causado.
3. Comprometerse con cambiar
Cuando tomamos consciencia de nuestros errores y aceptamos que nos hemos equivocado, hay algo que es imprescindible: el convencimiento de que es posible cambiar, de que puedes no volver a cometer esas equivocaciones. Esto significa que has comprendido que has causado daño e implica identificar qué puedes cambiar de ti para no volver generar lo mismo en el futuro.
4. Saber que es normal
Para poder llegar al autoperdón de manera plena debemos tomar consciencia y entender que todos somos humanos y que, por tanto, somos imperfectxs. Podemos fallar muchísimas veces y comprender que esto es así nos hará ser más compasivxs, comprensivxs y flexibles frente a los errores que podrían cometer lxs demás.