Algunas personas viven la fase de luna de miel de sus relaciones románticas de una manera absolutamente absorbente: pasan todo el día con la pareja y apenas se dejan ver durante meses entre sus amigxs. Sienten que esa relación lo es todo. Que les llena en todos los sentidos. Pero el tiempo pasa y esa fase de luna de miel va dando paso a una fase muy diferente con desafíos muy diferentes. Ya no hay tantas hormonas dando brincos en vuestro organismo. Las verdades salen a la luz. Y es en esos momentos, escribe el psicólogo estadounidense Mark Travers en una publicación en Psychology Today, cuando lxs buenxs amigxs pueden marcar la diferencia en el estado de tu relación romántica.
Primero, dice Travers, porque satisfacen necesidades que una pareja simplemente no puede satisfacer. Al fin y al cabo, tu pareja no es tu réplica y no puede compartir cada interés, cada afición, cada visión de las cosas. De hecho, tener la expectativa de que tu pareja cumpla todos los roles y te divierta en todo momento, te haga reír en todo momento y se interese por lo que a ti te interesa en todo momento supone una presión insoportable para tu relación. Y lo mismo ocurre al revés: lo pasarás mal si tu pareja pretende que tú seas todo su mundo. Es bastante exigente. En palabras del experto, “una red social sólida reduce la abrumadora carga de ser toda la vida de otra persona”.
Segundo, porque lxs buenxs amigxs pueden contribuir a salvar tu relación. Como señalan los autores de un estudio alrededor de este tema y publicado en la revista especializada Social Psychological and Personality Science, “las personas cercanas sirven como fuentes importantes de apoyo en las relaciones, proporcionando un hombro para llorar en momentos de tensión en las relaciones, además de servir como caja de resonancia para procesar los eventos de las relaciones”. Te ayudan a mantener la calma en la tormenta. Te aportan una perspectiva extra y más objetiva de las situaciones complicadas. Te ofrecen guía. Y eso es muy valioso para ti y para tu relación.
Tercero y último, porque pasar tiempo con lxs amigxs te salva de la fagocitación de la relación. A fin de cuentas, las personas que se centran solo en su relación romántica van perdiendo poco a poco todo cuanto les aportaban otras relaciones y va reduciendo su complejidad. En este sentido, escribe Travers, “es importante recordar que tu pareja se enamoró de quien eras antes de que fueras una gran parte de su vida: mantener esas relaciones preexistentes es esencial para mantener intacta esa identidad”. Además, y al contrario de lo que se piensa muchas veces, no es difícil compatibilizar la vida romántica con la vida social. Es una cuestión de voluntad.