Siempre te pones en lo peor. Si tu pareja se muestra un poquito desconectada durante unos días comienzas a suponer que ya no te ama y que el abandono está muy cerquita. Si en el trabajo echan a alguien te invaden los pensamientos que te dicen que tú serás el siguiente. Si afrontas una aventura mínimamente arriesgada crees que pasará algo terrible. Como apunta el psicólogo Mark Travers, “si tu mente juega con los peores escenarios cada vez que tienes ansiedad es posible que estés cayendo en la catastrofización”. No es que esos malos escenarios sean imposibles. Simplemente sobrevaloras muchísimo la probabilidad de que ocurran. Y eso está trayendo mucha infelicidad a tu vida.
1. Practica la atención plena
Pero puedes ponerle fin. Según el propio Travers, existen tres estrategias que pueden ayudarte a reducir el catastrofismo y a contemplar las cosas con mayor optimismo, la primera de las cuales consiste en mantenerse en el presente. Y tiene sentido: el catastrofismo es siempre una proyección mental de escenarios. Infinidad de pensamientos dramáticos brotan en tu cabeza y tú los escuchas y los conviertes en películas mucho más extensas y reales con tu atención. No lo hagas. No les des la oportunidad de desarrollarse. Como prueba esta investigación, entrenar la atención plena al presente “muestra grandes resultados como combatiente de la ansiedad y el catastrofismo”.
2. Concentra tus preocupaciones en un momento del día
No obstante, si eres una persona con episodios de ansiedad muy fuertes o con predisposición a las obsesiones encontrarás dificultades para bloquear el flujo de pensamientos sobre preocupaciones todo el rato. Especialmente si aún no dominas del todo la atención plena. Y por eso Travers recomienda seguir un sencillo truco: establecer un momento del día concreto para preocuparse. Sí, puede parecer una tontería, pero la realidad es que es una manera de engañar a tu cerebro para permanecer libre de catastrofismos la mayor parte del tiempo. Siempre que te invada un pensamiento dramático de ese tiempo, “aplázalo a tu tiempo de preocupación y concéntrate en el presente”.
3. Busca ayuda de unx terapeuta profesional
¿Y si esas dos estrategias combinadas no funcionan? Entonces es el momento de buscar ayuda profesional. Como recuerda este experto, “el mejor antídoto contra el pensamiento catastrófico es hablar con alguien que pueda ofrecerte una perspectiva objetiva, como un terapeuta”. Sobre todo si trabaja desde la terapia cognitivo-conductual. Después de todo, “la investigación ha demostrado que la TCC es eficaz contra el catastrofismo”, pues permite a la persona tomar conciencia de su disfunción a la hora de regular sus emociones y manejar sus pensamientos. Tenlo claro: las cosas dentro de tu cabeza pueden mejorar mucho. Solo necesitas ponerte en el camino y contar con unx guía adecuadx.