10 formas de salir del mal humor

No todo pasa por la híper autoreflexión. A veces bastan estrategias más sencillas

La autoexploración psicológica está muy bien. De verdad. Eso de intentar entender por qué sientes lo que sientes va a ayudarte mucho en la vida. Pero tampoco te flipes: hay veces en las que estás de mal humor y no tienes por qué separarte del mundo, sentarte a meditar y tratar de averiguar de dónde viene. Quizás dormiste mal. O tienes las hormonas como locas. O simplemente hay un eco emocional de algo que te pasó ayer y que no tiene demasiada importancia. La cuestión es que estás de mala ostia. Y, aunque no pasa nada, preferirías salir de este estado lo antes posible para disfrutar del día en la medida de lo posible. Las expertas de la revista Poosh tienen diez estrategias para conseguirlo.

La primera de ellas consiste en pasear. “No sé si es el aire fresco, el movimiento físico, la sensación del sol en la cara o la combinación de todo eso, pero sea lo que sea funciona”. Pruébalo. Abandona ese sofá del tedio y exponte al mundo, preferiblemente a la naturaleza de un parque o de una playa. Es milagroso. Y si te vas a quedar ahí, pegadx al móvil, al menos hazlo con criterio: entrégate a unos buenos memes. Como dicen desde este mismo medio, “no hay mejor antídoto contra el mal humor que la risa”. De hecho, y esta es la tercera estrategia, si puedes llamar a unx buenx colega para echarte unos jajas, hazlo. Sí, a esx con el que siempre acabas haciendo el tonto hasta límites insospechados.

¿Prefieres la soledad? ¿No te gusta relacionarte cuando andas mustix? Tienes estrategias para ello también. Como escribir un diario sobre las mejores cosas que te pasaron en las últimas 24 horas o sobre los eventos del futuro que más esperas. Dale un chute de alegría y esperanza a ese cerebro desmoralizado. O como bailar. “¿Te despertaste de mal humor? Pon tu álbum favorito a todo volumen y luego deja que tu cuerpo se mueva al ritmo de la música de la manera que te haga sentir más empoderado, liberado y vivo”. No pienses en los movimientos. No te reprimas de ninguna forma. Simplemente permite que tu cuerpo fluya con la música. Es sorprendentemente efectivo. Ya verás.

Además, también puedes recurrir a estrategias de autocuidado. Entre las que más recomiendan las especialista de Poosh están reservar en un restaurante que te mole mucho para cenar solx, comprar entradas para una buena peli en el cine o apuntarte a un masajito. También algo más lowcost como darse un baño bien relajante. “Enciende algunas velas, ponte una mascarilla, sumérgete en un baño de burbujas y permítete fundirte” con el agua y con la paz que se respira en el ambiente. Por último, también puedes practicar la técnica de la visualización. Cierra los ojos e imagínate viviendo un día maravilloso. Recrea los detalles. Goza de cada pequeño fotograma. Saldrás de ahí menos mohínx.