La razón por la que muchas usuarias de TikTok consideran problemático el trend de “I’m just a girl”

¿Un meme que llegó demasiado lejos?

Las tendencias son cíclicas, y no es necesario ser sociólogx para darse cuenta de ello. Todx aquel con mediana experiencia en Internet y consumo de medios lo sabe. Otra ley universal de las tendencias es que toda corriente mainstream recibirá, más pronto que tarde, su contraparte no convencional o underground. Esto lo pudimos ver con el renacimiento de la hiperfeminidad, girly pop y presencia de lazos rosas en absolutamente todo, como respuesta al rechazo que tuvo lo femenino durante toda la década de los 2000’s y 2010’s. Si no recuerdas esta etapa de la cultura popular solo necesitas imaginar a Avril Lavigne abanderando el no ser ese tipo de chica que usa tacones y viste de rosa. O a una joven Taylor Swift orgullosa de tener un humor más hombre friendly que el resto de chicas.

“Sí, era la época de lo que ahora llamamos ‘pick me girl’, otra etiqueta más para atraparnos dentro de un concepto. La ‘pick me girl’ se caracteriza por buscar atención masculina mediante el rechazo de lo estereotípicamente femenino y ser “uno más de los chicos”. Esto, por supuesto, ha tenido reacciones años después, y ha sido el giro hacia una tendencia que vemos ahora, y que está vinculada con la exaltación total de lo femenino, dándole así un lugar respetable dentro de la discusión.

‘Barbie’ y la hiperfeminización

La película de Barbie (2023) hizo gran parte en esta nueva corriente al presentar a mujeres que experimentaban su lado femenino sin temor ni reparo, además de desarrollar su potencial más allá de lo físico, como la Barbie presidenta, la Barbie abogada o la Barbie escritora. La forma en la que Barbie (2023) abordó la feminidad para algunos no fue suficiente y fue muy “feminismo básico”, sin embargo, era de las primeras veces en las que un discurso de tal magnitud era parte de una película para niñxs y se presentaba en los cines con tanto éxito en taquillas.

Entre audios del soundtrack de Barbie y vídeos donde se contaba la experiencia femenina, apareció el modismo de “I’m just a girl” (“Solo soy una chica”, en castellano). Con el objetivo de empatizar por la otra y hacer reír, el modismo se transformó en trend de TikTok donde todas las chicas, al ritmo de ‘Just a Girl’, de No Doubt, mostraban las razones por las que no se les podría culpar de alguna travesura, porque solo son unas chicas.

La letra de ‘Just a Girl’ denota la intención de Gwen Stefani por ironizar sobre los estereotipos que se tenían, o tienen, en torno las mujeres: “I’m just a girl, all pretty and petite / So don’t let me have any rights” (“Solo soy una chica, toda bonita y menuda / Así que no me dejes tener derechos”). La canción, que buscaba generar conciencia sobre una realidad, ha pasado a ser el himno de la hiperfeminización que no venía sola, no, traía consigo una gran lista de estereotipos que muchas ya creíamos que estaban bajo suelo. Es decir, volvíamos a ser Barbie, pero no del 2023, sino del 1980.

Lo problemático del uso de esta tendencia de esa manera en específico es que, al afirmar tantas veces que “solo somos unas chicas”, no nos damos cuenta que a lo mejor ya no somos chicas, sino que somos mujeres. Tenemos un trabajo, pagamos nuestras cuentas, lideramos grupos o proyectos, somos adultas completas, no niñas pequeñas que necesitan supervisión en la vida. El cuestionamiento de esta tendencia trajo consigo las reacciones de miles de usuarias de la plataforma que se preguntaban lo mismo: “¿Solo somos unas chicas?” para exponer las cualidades que les hacen ser más que suficientes.

Y es que en realidad no hay nada de malo en decir que somos chicas, sin el “solo”, porque ser una chica no tiene nada de pequeño, reduccionista ni incompetente. “Eres tan bonita y tan inteligente, y me mata que pienses que no eres suficiente”, no lo digo yo, lo dijo America Ferrera en ese tan necesario monólogo de Barbie (2023).