La pubertad no es una experiencia agradable. Para nadie. Pero se hace especialmente cuesta arriba si eres chica y eres de las primeras que desarrollan pecho. Si tú fuiste una de ellas ya sabes a lo que nos referimos. Hace unos días se hizo viral en Twitter una noticia del New York Post sobre la actriz de Euphoria Sydney Sweeney que habló de su experiencia: “Tuve tetas antes que otras chicas y me sentí condenada al ostracismo”.
Sweeney ha hablado ya muchas veces de cómo su cuerpo ha servido de blanco para atacarla en la industria. La sexualización que sufre Sweeney es representativa de la misma que sufren todas las chicas que tienen pechos grandes. Tener pechos grandes significa ponerte una camiseta con escote y rayarte porque crees que parece demasiado “provocativa”. Un escote que, en el caso de unos pechos pequeños, en ningún caso sería leído así. Pero a ti te ha tocado aguantar la hipersexualización de una sociedad patriarcal.
Una hipersexualización que si ya de adulta es difícil de gestionar, cuando eres una cría que entra en la adolescencia. Aunque puede parecer “guay” ser de las primeras en tener pecho, y tenerlo grande, lo cierto es que conlleva más miraditas y comentarios negativos que positivos.
Supone una entrada más brusca en la realidad de lo que implica ser mujer en una sociedad machista, ya que no solo te ganas los comentarios de los chicos de tu edad, sino que por desgracia también hay adultos babosos que te miran. O esa tía tuya, que simplemente por llevar una camiseta de tirantes finos, te reprocha que vas enseñando mucho. Y no, llevas una camiseta normal y sabes que a una chica con menos pecho eso no le sería reprochado.
Tampoco ayuda cuando algunas chicas empiezan a hablar mal de tu aspecto o a hacer comentarios jocosos sobre tus pechos. Al final, interiorizas que si en algún momento llevas ropa muy ceñida o con un escote muy pronunciado es porque estás mandando un mensaje de que quieres ser vista así. Tu entorno te hace creer que tus tetas son sexuales a todas horas e incluso las acabas aborreciendo.
Por no hablar de lo difícil que es encontrar ropa que te quede bien sin que te entre la rayada. Tener 12 años y gastar una 90B es sinónimo de que mucha de la ropa que llevan tus amigas a ti no te valdrá o bien tendrás que comprarte tallas L o XL. No porque estés gorda, que tampoco sería un problema, sino porque la ropa de las grandes cadenas (como Indítex) usan un patrón basado en los pechos pequeños. Porque encima pasa eso: cuesta encontrar ropa bonita o con escotes bonitos para cuerpos con pechos grandes.
Ser la chica los pechos grandes es tener que luchar cada día con todos esos estereotipos sexualizadores y a la vez intentar sentirte bien con tu cuerpo. Porque sí, a pesar de que haya chicas acomplejadas por no tener pecho, no es más fácil ser de las que tienen mucho. Porque también creces llena de complejos y dudas, hasta tal punto que acabas aborreciendo una parte de tu cuerpo que simplemente es así.