¿Cuánto tiempo llevas así? Ni lo recuerdas. Has olvidado el momento en el que comenzaste a presentarte en el trabajo como unx zombie, sin ninguna motivación más allá de la nómina a final de mes. Has olvidado lo que era tener ilusión por el curro. Has olvidado el disfrute y la pasión por los nuevos retos. Y no sabes por qué. Simplemente no lo has meditado: has dejado que pasaran los días, las semanas y los meses hasta terminar en una situación de apatía laboral total. Pero se acabó. Ha llegado el momento de cambiar un poquito las cosas.
La diferencia entre cansancio y apatía
Antes de empezar, no obstante, tienes que asegurarte de que lo que verdaderamente te ocurre es un episodio de apatía y no algo que se le parezca mucho. En palabras de la doctora en psicología organizacional Lauren Florko, "muchos aspectos del agotamiento parecen apatía, como la despersonalización, la reducción de los logros personales o el cinismo". Así que reflexiónalo bien. Al fin y al cabo, las soluciones son diferentes: si padeces agotamiento únicamente debes proporcionarte a ti mismx un merecido descanso. Cueste lo que cueste.
¿Has vuelto de unas larguísimas vacaciones pero continúas en las mismas? Ok, lo tuyo es apatía laboral pura y dura. Y para vencerla debes primero localizar la causa. En caso de que sea aburrimiento por tu rutina vital, deberás hacer cambios en tus horarios para estimularte y ver los días desde una nueva perspectiva. En caso de que sea debido a falta de reconocimiento, háblalo con tus jefxs y con tus compañerxs. A menudo la comunicación soluciona fácilmente muchas movidas que parecen irreparables. Plantéalo con asertividad y respeto.
Comunícate
También podría ser cosa de que tu trabajo ya no te plantea desafíos. Nuevamente, explícaselo a tu empresa porque probablemente te entiendan y te puedan buscar nuevos proyectos. Lo que te ocurre es completamente comprensible. Por último, y en caso de que tu apatía provenga de la soledad, prueba a intentar conectar con tus compañerxs o, en el caso de teletrabajar siempre, sea como trabajador por cuenta ajena o como autónomo, prueba con un coworking. Ganarás en tranquilidad, separación hogar-trabajo y socialización. No está mal.
Además, y como consejo general al margen del origen concreto de tu apatía, Florko recomienda "volver a enamorarte de lo que te llevó a ese trabajo". Quizá fuera la propia empresa. Quizá las responsabilidades que tienes. O tal vez las condiciones económicas. No hay nada malo en ello. Valóralas como si fueran nuevas. Valóralas como las valoraría alguien que no las tuviera y las deseara. Y si aún así permanece todo igual, tu día a día laboral lleno de desidia, tal vez ese trabajo ya no sea para ti. Y no pasa nada. Puedes reinventarte las veces que lo necesites.