La brecha entre lo que cobras en tu primer empleo y el sueldo medio no para de crecer

El mercado parece creer que la dignidad es un bien que debes ganarte

La antigüedad y la experiencia tienen mucho valor. Es comprensible. De ahí que una persona que lleve trece años en una profesión cobre más que tú que recién te inicias en la misma. Eso no es un problema. El problema, según datos del Instituto Nacional de Estadística, es que durante las últimas décadas la brecha entre el primer sueldo y el sueldo medio no ha parado de crecer. Para que te hagas una idea, en 2006 había 250 euros de diferencia entre ambos salarios, y en la actualidad esa cifra ha aumentado hasta los 493 euros. Es decir, que tener 25 años o 34 años supone una disparidad cada vez mayor en términos de calidad de vida. Y la cosa se disparata cuando te comparas con gente más mayor.

Por ejemplo, y como apuntan desde el diario El País, “el sueldo medio que percibieron los trabajadores de 16 a 24 años con jornada completa en 2023 fue de 1.770 euros brutos al mes, casi 1.000 euros menos que los de 45 a 54 años, el grupo que percibe las remuneraciones más elevadas con 2.727,87 euros de media”. Y cuidado: esto no es una crítica al salario de esxs adultxs mayorxs que tantos años llevan currando y esforzándose. Nada más lejos de la realidad. Es una crítica a un sistema que parece creer, y cada vez más, que está bien pagarle poco a quien empieza su carrera profesional porque aún no merece mucha más dignidad. Es una visión muy neoliberalista. Muy horrible.

Una retribución cada vez más alejada del sueldo medio

Y está claro que el sector empresarial pretende seguir apostando por esto: disfrutar de mano de obra bien barata a la que ir pagando más con los años. En este sentido, y para los haters de derecha del salario mínimo profesional, este representa una barrera clave contra esta filosofía. Como dicen desde dicho diario, “los primeros sueldos han experimentado un ascenso continuado y especialmente acusado en los últimos años, en parte motivado por el auge del salario mínimo profesional”. Aun así, y como ya has visto, los datos del INE muestran que es una retribución cada vez más alejada del sueldo medio. De lo que necesita la gente para vivir una vida satisfactoria y tranquila.

Para Carlos Prieto, profesor de sociología de relaciones laborales en la Universidad Complutense de Madrid, esta brecha tiene como base una intensa segmentación del mercado de trabajo, “castigando principalmente a los colectivos más vulnerables como son los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes, y trasladando los mejores salarios al segmento medio y superior”. O dicho de otra manera: te dejan los trabajos más precarios y peor remunerados. Te tienes que abrir camino a base de ser explotadx con el sueño de llegar un día a ese segmento medio al que sí que se cuida más. Un sistema innoble que debería cambiar pero ya. La dignidad no es algo que deba alcanzarse. Es intrínseca.