3 máquinas que no deberías tocar en el gym

No sirven para nada y te joden la espalda

¿Tienes unx de esos colegas amantes de las mancuernas que te martirizan diciéndote que las máquinas son una mierda sin utilidad ninguna? Dile que se relaje un poquito: si bien el trabajo con peso libre incorpora a los músculos estabilizadores y, en general, resulta más aconsejable debido a una mayor transferencia a los movimientos del mundo real, la capacidad de las máquinas para focalizar el trabajo en los músculos específicos las hace muy útiles para hipertrofiar. No obstante, debes tener cuidado porque entre mucha máquina provechosa se esconde una serie de máquinas verdaderamente desastrosas que no deberías tocar nunca. Son muy poco productivas e incluso lesivas.

Es el caso de la máquina de gemelos en burro. Su uso es desaconsejable porque, tal como explican lxs expertxs de Vitónica, “la realización de elevaciones de talones en esta máquina no aporta ningún beneficio con respecto a hacerlo sobre un escalón o en prensa de piernas”, lo que hace que colocar tanto peso sobre la espalda baja resulte un riesgo absolutamente innecesario. Puedes terminar sobrecargándote las vértebras de tu columna y jodiéndote la salud a cambio de nada. La buena noticia es que son muy pocos los gimnasios que cometen el error de colocarlas en sus instalaciones, por lo que muy poca gente acaba siendo víctima de su nocivo mecanismo físico.

Muy diferente es la situación de la máquina de rotación de tronco. Sí, también es un peligro para la salud de tu espalda, pero encima están en prácticamente todos los gimnasios comerciales convencionales. En palabras de estxs mismxs expertxs, “las últimas vértebras de la columna, así como los discos intervertebrales de la parte inferior del cuerpo, pueden estar en constante fricción al realizar ese movimiento en máquina, sin aportar beneficio extra para el trabajo de oblicuos”. ¿El por qué de dicha inutilidad? Resulta que el propio mecanismo de la máquina neutraliza totalmente la función estabilizadora de los abdominales. Y sin estabilización no hay paraíso, amigx.

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Por último, y por lo que más quieras, aléjate de la máquina de hiperextensiones esa destinada presuntamente al entrenamiento de lumbares y extensores de la columna. “Está mal diseñada y no permite la movilidad de la cadera ni una postura adecuada, ya que para ejecutar el ejercicio debemos adoptar una postura cifótica o con la columna encorvada que sin duda no es aconsejable”. Además, se nota perfectamente que el movimiento no fluye demasiado. Te sientes rarx ahí subido para adelante y para atrás. En su lugar, coge un banco del propio gimnasio y realiza las hiperextensiones ahí: ampliarás el recorrido y no tendrás que curvar toda la columna. La salud es lo primero.