Consejos para que te afecte menos la inflación

Es imposible luchar contra la subida de los precios, que llega a todos los productos, pero algunos trucos te pueden ayudar a reducir un poco el daño

Lo ideal sería un gran pacto social en el mundo que, en primer lugar, pusiera fin a la guerra de Ucrania y a los bombardeos de Putin y, después, sentara las bases para que todo el planeta tuviera acceso a los alimentos y que de paso también limitara el impacto del ser humano en el medio ambiente. Pero como eso no depende de ti, te traemos consejos cotidianos para evitar que te afecte tanto la inflación. 

El primero es que compares los precios de los diferentes tipos de productos entre supermercados antes de escoger y trazar una ruta. Aunque creas que existe un supermercado más económico, muchos tienen unos productos más caros y otros más baratos. Así, moverse entre Aldi, Dia, Lidl, Mercadona y Área de Guissona ayuda más que ir a solo uno de ellos. Existen diferentes aplicaciones como Ofertia que hacen estas comparaciones

Por otra parte, es recomendable hacer cuantas más compras mejor, aunque eso es algo al alcance de muy pocos, que también queremos tener algo de tiempo libre además de trabajar y hacer recados. Pero si haces más de una compra por semana, es más difícil que se te caduque algún producto

Compra más legumbres y menos carne y pescado. La carne y el pescado son dos de los productos que han subido más el precio. Lo ideal sería reducirlas porque te has hecho vegetariano y ha sido una decisión tuya, pero si no es así la subida de precios puede ser una buena excusa para comer más lentejas y garbanzos y menos carne y pescado. Hazlo atendiendo a las pirámides de la alimentación que guían sobre la cantidad de alimento que necesitas de cada tipo. El pescado, como la verdura, sale más barato congelado, otra opción para abaratar un poco la cesta de la compra. 

Por lo que respecta a los productos no perecederos, escoge lo que te dure más. Por ejemplo, es mejor comprar una garrafa grande de aceite que una pequeña o mediana. Y así, sucede con muchos otros productos, aunque compruébalo porque no siempre es tan exacto, sobre todo cuando hay alguna oferta. Las típicas promociones de productos cercanos a su caducidad también funcionan, pero hay que comerlos rápido. 

Reutiliza la ropa y compra todo lo que puedas de segunda mano, ya sean electrodomésticos, muebles o ropa. En el caso de electrodomésticos y productos de electrónica, intenta darles una segunda vida útil mediante la reparación. O véndelos a personas que puedan aprovechar sus piezas o sepan arreglarlo. 

En la ciudad, si puedes, muévete a pie y en bicicleta y utiliza el transporte público para otros trayectos o comparte vehículo cuando optes por el privado. En casa, calcula bien cuándo poner lavavajillas o lavadoras para reducir la factura de la luz y date duchas cortas para evitar una gran subida del agua. Planea también muy bien tus vacaciones de este verano. Primero, al elegir vuelos y fechas de hotel más baratos, puesto que en agosto todo se dispara. Y después, al intentar reducir las comidas fuera una vez estés en tu destino e informarte sobre los bares y restaurantes más populares y menos turísticos. 

Con todas estas medidas que convierten tu vida en un rompecabezas todavía más difícil, seguirás sufriendo el 10% de inflación anual acumulada, pero al menos podrás reducir un poco el daño de la subida de los precios, a la espera de saber si se acaban subiendo los sueldos mientras negocian los sindicatos.