Trabajar mientras descansas se llama 'chill-working': el peligro de currar a todas horas

El finde se puede trabajar más tranquilo sin presión de jefes ni lluvia de mensajes, pero eso significa que el trabajo ha devorado tu vida personal 

Después de una semana cargada de tareas , todavía te quedan un par de ellas y decides quedarte el viernes por la noche o el sábado por la mañana en casa. No es lo que querías, si eres autónomo es un peñazo y si estás asalariado directamente es ilegal, pero te ves trabajando con la tele de fondo y una copa de vino o un vermut sobre la mesa y lo acabas viendo claro: trabajas mejor sin presión y le llamarás chill-working.

Nótese que la nomenclatura en inglés, chill-working, no pretende ser un nuevo blanqueamiento cool de la explotación laboral que te devora en tu vida privada, sino una parodia de cómo somos capaces de convertir cualquier tipo de explotación en una tendencia moderna con palabro en inglés

Trabajar 24/7 

Hace unos días esto es un caso real, una jefa decía a una empleada: “Pues mientras descansas, te miras los informes”. Ahí llega el giro de guion del capitalismo que no esperabas: Puedes trabajar mientras descansas

Lo peor es que, ante un panorama que nos carga de tareas imposibles de cumplir en las 40 horas semanales, o ante unos sueldos que te obligan al pluriempleo, y ante una gran cantidad de procesos que se pueden hacer en un portátil, te acabas sintiendo más tranquilo trabajando el viernes por la tarde

Llegas a casa y, con una pizza y una cerveza al lado del portátil, vas repasando los últimos encargos que te quedaron pendientes y, con un reggaeton lento, de esos que no se escuchan hace tiempo, de fondo, vas enviando esos correos. Solo te lleva una hora y media, lo haces a un ritmo pausado que paradójicamente te hace ir más rápido, sin tener que aguantar la lluvia de mensajes de Whatsapp de tu jefa o del grupo de trabajo, y cuando acabas te sientes tan liberadx que te vas por ahí de fiesta. Ahora sí, has acabado de trabajar, pero… OJO, porque no es tan bonito como parece. 

Los mails un domingo por la noche

De hecho, tú mismx sabes que la semana laboral no empieza el lunes, ya que el domingo por la tarde ya empiezas a organizarte la semana. Aprovechas para poner en tu agenda lo que harás cada día, para enviar las propuestas de temas a tratar a partir del lunes a tus jefes o clientes e incluso navegas por internet para ver qué está haciendo la competencia y robar ideas que puedan servir a tu trabajo. Sí, siempre estás trabajando y es horrible, pero en un ataque de sarcasmo lo bautizas como chill-working y al menos te ríes un poco de tu propia desgracia.